Los sindicatos sanitarios más representativos así como los partidios de la oposición exigieron ayer al conseller Sansaloni que tome cartas en el asunto y solucione el caos generado en los centros de salud por la política generalizada de no sustituir a los profesionales de baja o con permisos, lo que está provocando cierres, inéditos hasta este ejercicio, de unidades básicas de salud en las pequeñas poblaciones.

Por de pronto, CEMSATSE, coalición sindical de médicos y enfermeras, ha convocado para mañana, viernes, concentraciones de diez minutos en todos los centros de salud de la isla a partir de las doce del mediodía para protestar por esta situación.

Una situación que la citada coalición atribuye a tres causas: la política de no sustituciones y contrataciones alegando el agotamiento de un presupuesto ya deficitario desde su aprobación, la negativa del Govern a ampliar la disposición de liquidez que garantizaría las necesidades básicas de Atención Primaria, hecho que calificaron de "una actitud irresponsable y sin precedentes" y, en tercer lugar, a la aplicación del acuerdo de Bolsa Única firmado por la Administración y los sindicatos CC OO, UGT, USAE y CSIF sin que existan listados de bolsa única ni las herramientas ni el personal necesario para aplicarla.

Con anterioridad a este comunicado conjunto, el comité ejecutivo del Sindicato Médico (Simebal) tras denunciar que la comunicación del cese, sin preaviso, de muchos sustitutos en los equipos de Atención Primaria está provocando una pérdida de la calidad y la continuidad asistencial, un aumento de las listas de espera, consultas masificadas y que está afectando también al resto del personal, a quien se pretende cargar de un exceso de trabajo inasumible, anunció que "tomaremos las medidas de defensa de los perjudicados que procedan".

En este sentido, el presidente del sindicato, Isidro Torres, reveló que ayer tenían en su sede colas de facultativos que habían ido a asesorarse jurídicamente sobre qué debían hacer tras ser despedidos de la noche a la mañana y sin preaviso. "Estamos hablando de personas que llevan tiempo en el paro, con contratos eventuales y con familias que tienen miedo a no ser llamados de nuevo", explicó Torres la situación que están viviendo.

El sindicato de los facultativos confió, no obstante, en que en IB-Salut impere la cordura y aparezca la dotación económica necesaria para solucionar este caos. "Quizás si no se hubieran concedido algunas subvenciones prescindibles habría más dinero para aplicar a cuestiones necesarias", añadió.

Asimismo, representantes del Simebal se reunieron ayer con Alberto Anguera, gerente de Atención Primaria, y éste les comunicó que el origen de todos estos problemas de contratación estaban en las dificultades que les está causando el programa informático Hermes, un sistema que, controlado por Hacienda y Función Pública, impide contratar a nadie si no existe disponibilidad económica. "Nos ha dicho que un programa complejísimo les impide contratar a personal. Yo les propongo que apaguen el ordenador y que los altos responsables de Salud empiecen a dar soluciones", les emplazó Torres.

Tanto desde UGT como desde CC OO, discreparon con Anguera de que todas estas decisiones de no sustituir a personal de Primaria estuvieran consensuadas con los coordinadores de los centros de salud. Miguel Ángel Romero, de UGT, lamentó que el gerente de Primaria trate como animales tanto a los profesionales sanitarios como a los usuarios e insinuó que quizá sea debido a su condición de veterinario. Manel García Beneyto, de Comisiones, abundó en que "tenemos serias dudas de que los coordinadores estén de acuerdo con las medidas que el señor Anguera está aplicando en Primaria".

Por último, la formación Més se sumó a la petición del PI y exigió la comparecencia urgente del conseller Sansaloni en el Parlament para que explique una situación que, en opinión de su parlamentaria Fina Santiago, es debida una falta de presupuesto que ahora obliga a elegir entre pagar nóminas o sustituir las bajas.