Cargos del PP balear se mostraban ayer expectantes a la espera de que desde la dirección nacional del partido se transmita de manera clara si apoya a Mateu Isern como candidato a la alcaldía de Palma, desautorizando así a José Ramón Bauzá, o abandona al actual alcalde a su suerte. Ninguno se atreve a aventurar en estos momentos cómo acabará el enfrentamiento entre Bauzá e Isern, aunque la mayoría da por vencedor al president y líder del partido. En este sentido apuntan a que, precisamente porque las armas que exhibe Isern son los respaldos con los que contaría en el PP nacional, darle un espaldarazo supondría un duro golpe para la imagen de Bauzá a pocos meses de unas elecciones que para los populares se presentan complicadas. "Tal y como están las cosas, lo último que quiere Madrid son líos", apuntaba uno de los cargos consultados.

Lo cierto es que Isern, hasta ahora, ha recibido buenas palabras y apoyos personales, pero no un espaldarazo claro y público. Su protectora sería María Dolores de Cospedal, pero en la balanza pueden pesar otros factores. De hecho, el apoyo de la secretaria general del partido no implica que se vaya a traducir en la decisión final, máxime teniendo en cuenta el enfrentamiento de Cospedal con Soraya Sáenz de Santamaría, la mujer de confianza de Rajoy. La prueba es lo que ocurrió en el PP de Andalucía el pasado mes de febrero, cuando el elegido para tomar las riendas del partido con el apoyo de Rajoy fue Juan Manuel Moreno, próximo a Sáenz de Santamaría, y no José Luis Sanz, la apuesta de Cospedal.

Por ahora, Isern ha pedido unos días de tiempo, algo que los populares interpretan como los días que necesita para que Madrid le aclare si realmente le apoya. Para todos los consultados, sea cual sea la decisión, el daño interno ya está hecho: Si Isern recibe el espaldarazo del PP nacional, se desautoriza a Bauzá. En caso contrario, se da por hecho que el alcalde tirará la toalla y los populares perderán un buen cartel electoral, ya que esto es algo que nadie pone en duda.

La posibilidad de que Isern siga adelante aunque no cuente con el apoyo explícito del PP nacional se traduciría en la aplicación del rodillo por parte de José María Rodríguez, líder de los populares de Palma, con la elección por parte de la Junta Local de otro candidato. "Si se llegara a ese punto, Isern convencería pero no ganaría, por lo que el elegido para sucederle tendría una difícil papeleta", concluye uno de los consultados. La respuesta: esta misma semana, según el plazo dado por el propio Isern.