Delimitar las funciones que cada negocio de la restauración puede desarrollar y reconocer a aquellas instalaciones que ofrecen un extra de calidad van a ser dos de los objetivos que se marcan en el reglamento de la Ley del Turismo de Balears que el Govern está a punto de hacer público. Entre estas novedades está la de otorgar una categoría especial a los establecimientos cuya oferta mejore la atención a los turistas y concederles además algunas ventajas fiscales y de carácter promocional.

Las reivindicaciones del sector de la restauración pasaban por la creación de un carné profesional que evitara que cualquiera pudiera dedicarse a ese negocio, pero la Unión Europea prohibe este tipo de limitaciones. "Si no podemos echar a los malos, al menos vamos a identificar a los buenos", apunta un empresario de la restauración balear. Y ese es el acuerdo alcanzado con la conselleria de Turismo y que quedará recogido en el citado reglamento de la ley.

De este modo, se crea una categoría (el nombre pensado inicialmente es el de Gold, pero podría cambiarse esta denominación) que se concederá a aquellos restaurantes, bares y cafeterías cuya oferta eleve los niveles de calidad por encima de lo exigido para el conjunto del sector, en aspectos como disponer de cartas del menú en inglés o alemán, que el personal también tenga conocimiento de idiomas extranjeros o que el estado de sus instalaciones, desde aseos a zona de comedor, tenga un nivel óptimo, por citar algunos ejemplos, según apuntan fuentes del ramo.

La conselleria de Turismo concederá ese reconocimiento, pero con la participación de un comité técnico del que también formarán parte las Cámaras de Comercio y las patronales isleñas de restauración. Además, se hará un seguimiento para comprobar que esos niveles de calidad se mantienen.

Los establecimientos que reciban esta distinción podrán lucir en su exterior la correspondiente plaza identificativa. Pero además, contarán con otras ventajas. Así, se les otorgará una promoción especial por parte del Govern y podrán tener representación en las ferias turísticas en las que participe la Conselleria. De esta forma, el turista podrá conocer que este tipo de locales le van a dar una atención de mayor calidad.

Pero además, se está planteando la posibilidad de que los establecimientos con dicha categoría especial puedan disponer de otras ventajas a la hora de abonar tasas a las Administraciones isleñas, como la aplicación de descuentos sobre las tarifas que los Ayuntamientos aplican por la instalación de terrazas.

Un segundo punto que se aborda en el citado reglamento, que será presentado por la Conselleria en breve, es el de fijar límites al trabajo que se pueda desarrollar en cada tipo de establecimiento, tras haber desaparecido la norma que fijaba que los bares y cafeterías solo podían disponer de una freidora y una plancha, dejando la elaboración de platos más complejos para los restaurantes. "En estos momentos cualquiera puede ofertar paellas al margen del tipo de local", se lamenta desde el sector.

Dado que la UE no permite fijar determinadas prohibiciones de la mano de la liberalización de los servicios, desde la Conselleria se ha optado por recurrir a la fórmula de los horarios para poner orden en este tipo de oferta.

De este modo, solo los locales con licencia de restaurante podrán fijar un horario de cocina a la hora de atender a sus clientes. Por contra, los bares y cafeterías estarán obligados a mantener su oferta de platos durante todo el tiempo que permanezcan abiertos.

El objetivo es que estos últimos negocios se limiten a los clásicos platos combinados que basta con recalentar, las hamburguesas y los bocadillos, y que si quieren ir más allá obtengan la licencia de restaurante, ya que si pretenden tener una carta de alimentos más elaborada, ésta deberá poder ser reclamada por el cliente a cualquier hora del día y por tanto deberán contar con personal de cocina de guardia mientras estén abiertos, elevando sus costes.