Una avería en la fuente de alimentación de la sala donde se encuentra la resonancia magnética de Son Llàtzer fue la responsable de que esta maquinaria sanitaria quedara inoperativa durante dos días, los pasados miércoles y jueves, y hubiera que volver a citar a unos 40 pacientes que tenían cita para someterse a una prueba diagnóstica con este aparato.

Según explicaron fuentes del Servei de Salut, la avería se produjo a primera hora del miércoles e impidió la normal utilización de la maquinaria sanitaria. Pese a que inicialmente se pensó que arreglar la avería de la resonancia llevaría como mínimo una semana, finalmente el problema de solventó en un par de días y ayer, viernes, ya funcionaba de nuevo, según confirmaron fuentes hospitalarias.

"Había que cambiar una pieza que tenía que venir de fuera y por eso se estimó en una semana el tiempo en que no se podría usar la resonancia. No obstante, el recambio arribó antes de lo esperado, el pasado jueves, y durante la tarde de ese día se procedió a cambiarla y hacer las probaturas y las calibraciones necesarias de la maquinaria para que pudiera ser utilizada ya durante la mañana de hoy (por ayer)", explicaron fuentes del Servei de Salut.

Estas fuentes añadieron que, por norma general, cada día se usa este aparato con unos veinte pacientes y que los aproximadamente cuarenta usuarios que tenían una cita programada para someterse a esta prueba en estos dos días que ha estado averiada han sido vueltos a citar en las fechas más próximas posibles. De la misma manera, se dispuso que cualquier prueba urgente debería ser remitida a Son Espases, circunstancia que no se dio en estas dos jornadas de parón, abundaron las citadas fuentes.

Los hospitales públicos de Mallorca disponen de cinco resonancias magnéticas que están distribuidas de la siguiente manera: tres en Son Espases y un aparato en el hospital comarcal de Inca y el que se averió en Son Llàtzer.