La comisión de Medio Ambiente del Parlament ha aprobado la proposición no de ley defendida por el PP, que contó con el respaldo de PSOE y Més, en contra de los sondeos sísmicos y las prospecciones de gas y petrolíferas en el Mediterráneo occidental. El texto final solicita la "paralización inmediata" de las pruebas que ya están en curso, con el fin de evitar unas actividades que perjudicarían a la industria turística de Balears. De acuerdo con la proposición aprobada, el concepto de "paralización inmediata" implicaría una moratoria en los permisos de concesiones de sondeos, en la línea de anteriores peticiones del propio Parlament y el Govern.

Además del sector turístico, los pescadores de las islas también han manifestado su temor por los efectos que estas prospecciones y futuras extracciones puedan tener tanto en la calidad del agua como en las capturas.

El documento aprobado incluye un apartado incorporado ´in voce´ por la portavoz menorquina del PP, Asunción Pons, por la que el Parlament advierte al Gobierno central "sobre el incremento de la actividad sísmica provocado por el Proyecto Castor en Castellón, que ya ha sido paralizado precisamente por este hecho" y manifiesta su "preocupación por el impacto de esta actividad en Balears, concretamente la afectación medioambiental y la negativa repercusión para el turismo y el sector pesquero".

La diputada menorquina recordó que la Comisión Balear de Medio Ambiente ya informó negativamente de las pruebas en el Golfo de León y de Valencia, aunque al tratarse de informes no vinculantes el Gobierno central puede no hacerles caso. Pons añadió que el Govern pretende que las prospecciones en estas zonas sean sometidas a un estudio de impacto ambiental.

Junto a ello, en la iniciativa aprobada se apoyan las peticiones de los Consells de Menorca y Eivissa que abogan por la paralización inmediata de estas pruebas.