El debate sobre la legalización de los alquileres para uso turístico de las viviendas plurifamiliares ha generado una fuerte división tanto en el ámbito empresarial como político. En su contra se encuentran la conselleria de Turismo y la patronal hotelera, que esgrimen que el hecho de dar el citado uso a cualquier piso provocaría enormes daños a la economía y el urbanismo balear, además de enormes molestias a los vecinos de estos inmuebles.

Por contra, la Cámara de Comercio y las asociaciones empresariales de promotores inmobiliarios, restauración, salas de fiesta, atracciones turísticas y supermercados, entre otras, se han manifestado a favor de que se regule esta materia, bajo el argumento de que se trata de una práctica muy extendida y cuya prohibición podría desviar a una parte importante de los visitantes hacia otras comunidades autónomas. Por ello, han pedido al PP un cambio de postura.

También el PSIB-PSOE y Més han defendido esa regularización, aunque con garantías para los vecinos y para que aflore una actividad opaca para el fisco. F.G. lugar