Después de cuatro horas de reunión con el equipo de Vicepresidencia Económica, los empresarios dedicados al alquiler de vehículos abandonaron las dependencias públicas más enfadados si cabe. Y también "decepcionados" por la ausencia del vicepresidente del Govern, Josep Ignasi Aguiló, y la "inflexibilidad" mostrada por sus colaboradores.

Mientras el Govern abre la negociación para moderar el impuesto ecológico a las grandes superficies, se mantiene firme con los ´rent a car´. Los directores generales del Tesoro, José Vicente Marí Bosó, y Presupuestos, Antoni Costa, reiteraron a los empresarios la intención de recaudar 135 millones a través de los nuevos gravámenes. De esa cantidad, 17 millones procederá del arriendo de automóviles. "Nos han dicho que tienen una lista de actividades contaminantes y han elegido la nuestra. Tengo la sensación de que nos utilizan como conejillos de indias", explicó el presidente de la patronal Aevab, Ramón Reus.

"La ausencia de Aguiló ha sido una decepción. El impuesto representa al año un 20% de los costes de producción, y el 100% en invierno", afirmó Othman Ktiri, vicepresidente de la otra agrupación empresarial presente, Baleval. Ktiri advirtió de las consecuencias que conllevará para el sector turístico en general la imposición del tributo que oscila entre los 3,5 y los nueve euros diarios. "Muchos turistas viajan a la isla con un paquete formado por vuelo, hotel y automóvil. Si se encarece uno de los productos, perdemos competitividad. Además, se resentirá la economía de los municipios de interior", apostilló.

La reunión maratoniana no hizó más que avivar la frustración de los empresarios. "No hemos avanzado ni un milímetro. Se ha faltado al respeto del turista. Van a desaparecer muchas empresas porque el impuesto supondrá pagar una media de 350 euros al año por coche", concluyó Andrés Artigues, miembro e Aevab.

Los ´rent a car´ mantienen la amenaza de trasladar la sede social a municipios de la península con impuestos de circulación más baratos.