—Leo en su libro cómo el liberalismo a ultranza que hizo estallar la crisis ha acabado imponiendo sus tesis de que la solución es la austeridad extrema y el desmantelamiento del estado de bienestar. ¿Cómo unos postulados que causaron la crisis se convierten en su solución?

—El problema de partida de la crisis está en la desregulación del sistema financiero. Esto provoca una bola especulativa desconectada de la economía real que es la base de todo. De la caída de Lehman a mayo de 2010 la respuesta fueron políticas keynesianas, públicas, despreocupadas por el déficit, hasta que se recupera Alemania, que es cuando en 2010 se da un giro copernicano y se va a políticas de austeridad. Aún imperan y nos llevan a la catástrofe con obstinación enfermiza: tenemos un enfermo anémico,sin hierro, postrado, y le hacemos una sangría.

—En una entrevista como esta, el economista y consejero del Banco de España López Casasnovas decía que España y Balears, ahogadas en sus finanzas públicas, han de hacer austeridad y Alemania estimular al sur de Europa. ¿Ve usted a Merkel estimulando al sur de Europa?

—No, en absoluto. Mientras Alemania no tenga un problema grave y pueda exigir sacrificios a los demás, Merkel no cambiará.

—Pero ya tiene un problema grave: se habla del fin del euro.

—Sí, y si siguen por esa línea de austeridad a ultranza matarán la gallina de los huevos de oro. Alemania de cada 100 euros, 42 los vende a la Unión Europea: si asfixia a sus potenciales clientes, se va a meter en problemas más graves.

—¿España merece pagar sus bonos a 10 años al 7,5% y una prima de riesgo superior a 600 puntos?

—No, no. La deuda pública sobre PIB de España es inferior a las de Alemania, Japón, Inglaterra o Estados Unidos. Solo se justifica porque España no tiene banco central, y esos países sí. Yo plantearía que no se permita que las primas de riesgo suban de 200. Si pasan de eso, el BCE tendría que comprar deuda de los países afectados.

—Dice que austeridad, no, pero recuerdo que le entrevisté hace un año, días antes de las elecciones y dijo algo que armó revuelo: que había que amortizar 800 empleos públicos al año...

—Sí, me acuerdo. Esto que le estoy contando no se contradice con que haya austeridad en el sector público, pero yo creo que se ha puesto la lupa solo sobre el sector público, cuando la deuda pública es muy baja en relación con la del sector privado. Hay vías para corregir los problemas, pero no de forma tan leonina como se está haciendo, por las bravas. Tienes que negociar siempre con los sindicatos. Contención de gasto, sí, pero cerrar servicios públicos, no. Cerrar hospitales es lo último.

—También decía entonces que si ganaban las elecciones, después habría que quitar empresas públicas, que 170 no eran sostenibles. ¿Por qué después y no antes? Tuvo cuatro años...

—De acuerdo. Uno debe hacerse autocrítica. Tocar el sector público tenía enormes dificultades: había en que ver qué se hacía con la deuda de las empresas públicas, muy elevada. Luego hablamos de empresas que tienen mucha gente: hay que ver cómo se hace. Y hay coste político, pisas callos.

—En un momento crítico, ¿no están los gobiernos para pisar callos si lo exige el bien común?

—Efectivamente, y tenemos que hacer esa autocrítica. Pero también hubo cosas bien hechas. Fuimos la primera comunidad que empezó a recortar y contener gasto, en los presupuestos de 2010.

—Usted se las tuvo tiesas con sus compañeros de Govern para que ajustaran. Lo mismo le pasa a su sucesor. ¿Es tan difícil que los políticos entiendan lo que los de Hacienda ven indispensable?

—Tienes que plantearle a tus compañeros que no pueden gastarse lo que quisieran. Entiendes que quieran pasar a la posteridad, pero han de entender que no puedes dejar agujeros. Al president Antich le decía una cosa: "Sigue lo que decía Olof Palme [exprimer ministro sueco]: hazle caso en un 90% a tu responsable de finanzas y el 10% restante que se lo quede el presidente a su arbitrio". ¿Por qué? Esto no gustará a mucha gente, pero lo cierto es que todo el mundo pretende engañar al presidente, menos el de Hacienda, que no quiere que nadie se dé un batacazo.

—Apuesta por más inversión pública.¿De dónde saca el dinero con los mercados cerrados para autonomías con deuda excesiva?

—Este es el tema. No vas a conseguir el crédito o la confianza de las entidades financieras si tu emites mensajes erráticos. No puedes decir que no puedes pagar nóminas y al día siguiente ir a pedir préstamos. Se lo dije a Bauzá hace un año. Hace unos días Montoro dijo que no había dinero para pagar y la prima de riesgo subió. Eso penaliza muchísimo la confianza y en economía la psicología es vital.

—Faltan ingresos, pero el Govern balear es de los pocos que no aplican el impuesto a los grandes patrimonios...

—Eso es un lujo asiático.

—Sí se aplica una amnistía a grandes fortunas, mientras se suben impuestos como IVA o IRPF a clases medias y empresas. Rajoy lo ve indispensable. ¿Lo es?

—No es razonable. Es muy difícil pensar que la gente que tiene grandes fortunas opacas vaya a ser tan dadivoso de hacerlas aflorar pagando un 10% sin necesidad.

—Los inspectores de Hacienda temen que ese doble rasero que premia al evasor y sube impuestos al cumplidor aumente la economía sumergida

—Así será. Si ves que la gente con más capacidad se va de rositas y los impuestos los pagan las clases medias-bajas€ Estamos en un proceso de pauperización de la clase media. Va a costar recuperarlo.

—El PP ganó diciendo que bajando impuestos se recaudaba más, como afirmaba el vicepresidente Aguiló antes de subirlos y crear algunos nuevos. ¿Se han dado un baño de realidad o es tan mala la herencia como el vicepresidente dice cada semana?

—Aguiló se ha dado un baño de realidad y está descubriendo algo que los que explicamos historia económica hace tiempo que sabemos bien: no hay ni un caso, ni un ejemplo en la historia en el que la curva de Laffer[bajando impuestos se recauda más] se cumpla. Es absurdo pensarlo. Es una visión muy ideológica de la economía. Nuestra herencia era dificultosa, no lo voy a negar, se incrementó déficit y deuda, pero hay datos oficiales que son claros: desde 2010 a mayo de 2011 llevábamos tres trimestres de crecimiento y reduciendo la tasa de paro, con una política de inversión que no tenía dificultades de financiarse. Dejamos un paro en el 21% y un déficit en el 4%; ahora estamos con un paro casi en el 30% y el déficit cerrará en 3,2%, pese a los sacrificios comunicados. Así que la política que implementamos dio resultados positivos; la de ahora, no.

—Eso es como decir que el PP se ha cargado la recuperación...

—Este Govern se la ha cargado, sí... Este Govern y las circunstancias: no voy a ser tan ingenuo de echarles unas culpas como las que ellos me echaban a mi. ¡Casi había causado yo solo la crisis mundial! Aguiló se ha encontrado una coyuntura difícil, pero además de eso, este Govern ha sido muy torpe.

—Pero confiese: usted también planeaba subir impuestos como el de la gasolina y algún otro...

—Confesaré que acariciaba seriamente la ecotasa. Tenía estudios que me decían que la capacidad recaudatoria era superior a 100 millones al año, pensando que ese fondo se destinase a mejorar nuestro producto turístico. También tenía en la mesa el céntimo sanitario: no sería muy crítico con esto, teniendo en cuenta las necesidades. Lo que revuelve las tripas es que los tipos que gobiernan en Madrid y Balears decían tener la solución a todo: iban a cuadrar las cuentas sin subir impuestos, al contrario, bajándolos; iban a pagar a los proveedores a 25 días€ Ellos tenían información para saber que eso era inviable, pero aún así se presentaron a las elecciones diciéndolo. Eso en un engaño a la población: eso es lo que censuro.

—Los bancos hacen agua y se ataca a las autonomías. ¿Por qué?

—Hay un ataque ideológico contra las autonomías de primera magnitud. Y hay una esquizofrenia absoluta en Europa. Lo que Merkel exige a España no lo aplica en Alemania: a sus landers [estados federales] los trata de forma muy diferente a Grecia o las autonomías. Merkel tiene landers con 27.000 euros de deuda por habitante, caso de Bremen, cuando aquí estamos en 4.000, y Grecia tiene 31.000 euros. Es decir: Merkel tiene landers en estado griego y, así y todo, su política con los landers es generosa. Lo que se aplica en un sitio se deja de aplicar en otro. Las exigencias de Montoro en su fondo de rescate para autonomías son similares que las que Merkel le pone a Grecia, cuando Montoro se queja de las exigencias a España. Rajoy es desleal con Bauzá como lo fue con nosotros Hacienda en tiempos de Salgado. Las comunidades han gastado mal, pero no se puede generalizar. Han hecho aeropuertos donde no toca, Palma Arenas€ pero no se puede decir que sean malgastadoras de modo general, entre otras cosas porque asumen el 50% del gasto social público y tienen una capacidad de ingresos del 20-30%: su margen de maniobra es escaso.

—¿Qué le parece la Ley de Crédito Extraordinario de Aguiló, que usará un préstamo ya gastado para aumentar partidas para las que no tiene dinero?

—Es una trampa contable. Son políticas de tiempos de Matas: meter ingresos que saben que no van a tener, supongo que para retrasar la intervención al máximo y generar expectativas de gasto. Haciendo estas cosas afectas a tu credibilidad. La herencia de Matas era eso: tuve que pagar dos veces el Palma Arena, dos veces el metro, las autopistas a precio de canario joven€ Así no vas a ninguna parte.