La empresa de distribución Eroski ofrecerá a sus trabajadores convertirse en socios de la red de supermercados. La compañía concretará su propuesta en 2013, aunque este año ya ha iniciado el proceso con los empleados de los hipermercados.

La "cooperativización" de Eroski constituye una de las líneas maestras de su matriz, la Corporación Mondragón. Este grupo industrial radicado en el País Vasco nació a mediados de los años cincuenta y en la actualidad aglutina a 120 cooperativas que dan empleo a unas 100.000 personas, "la mayoría socios propietarios", explicó ayer en Palma Mikel Lezamiz, director de Difusión Cooperativa de Mondragón. Fagor, Caja Laboral, Seguros Lagun Aro, las bicicletas Orbea y Eroski son las empresas más populares de este conglomerado.

Los trabajadores de los supermercados podrán acceder al estatus de socio con aportaciones a partir de 4.000 euros a desembolsar en cinco años. "De este modo potenciamos el sentido de pertenencia y propiedad", abunda Lezamiz, quien ofreció una conferencia en el Club de Diario de Mallorca para detallar el espíritu de su grupo –"crecer generando riqueza social"–.

Con unas premisas distintas a las de la empresa tradicional, Lezamiz asegura que Mondragón timonea la crisis sin despedir a ninguno de sus empleados, aunque sí se ha visto forzada a no renovar a algunos trabajadores temporales. Para evitar el engorde de las listas del paro, ya ha recolocado a 250 personas en otras cooperativas del grupo. Los socios y a la vez empleados también han acordado en asambleas adelgazar las nóminas, como ha sido el caso de Fagor, donde sellaron un descuento del 7,5%. Otras medidas han consistido en reducir los días laborables de cinco a cuatro a la semana o incentivar planes de prejubilación voluntaria. "Con estas tácticas resolvemos el problema sin perder trabajadores", avala Lezamiz.

Además de conservar los empleos, "otra manera de entender la responsabilidad social consiste en no deslocalizar empresas", abunda. "Multilocalizamos en otros países pero no cerramos fábricas aquí. Nuestro objetivo es generar beneficio y riqueza en la sociedad", puntualiza. Mondragón dispone de 93 plantas de producción en todo el mundo.

Otro de los sellos distintivos de Mondragón es la asistencia entre las cooperativas del grupo. Además del trasvase de empleados desde las empresas más boyantes a las menos, destacan los fondos comunes para la inversión en nuevos proyectos –constituido con el 10% de los beneficios brutos–; la solidaridad entre compañías –un 2% de las ganancias se destina a cubrir el 50% de las pérdidas de las compañías–; y la educación.

Modelo reconocido

"Mondragón es como una mesa, donde las cooperativas se encuentran sobre el tablero intercooperando entre ellas: se pasan de unas a otras personal, fondos económicos, liquidez y desarrollan proyectos conjuntamente. Esta mesa está soportada por cuatro patas: las cooperativas de educación, una de ellas la Universidad Mondragón; la Caja Laboral que da soporte financiero; la mutua de provisión Social Lagun Aro; y, por último, catorce centros de investigación, desarrollo e innovación", ilustra Lezamiz. Este modelo le ha valido al grupo el reconocimiento como una de las diez empresas más admiradas por su gestión de conocimiento en 2009, según la agencia independiente Teleos.

El modelo de Mondragón seguirá poniéndose a prueba en los próximos años porque, según Lezamiz, a la crisis le queda cuerda. "Los datos de crecimiento de Alemania y Francia para este año, con un 0,4% y un 0,2% respectivamente, no son halagüeños", alerta. El director de Difusión Cooperativa pronostica "duros ajustes" en 2013. "Nosotros, gracias a las exportaciones, que representan el 68% de la producción, solventamos mejor la crisis. Fagor y Eroski dependen mucho del mercado nacional pero el resto exporta muchísimo", afirma