Consejos que da un padre a sus hijos poco antes de morir fusilado: "Sed buenos ciudadanos y cumplid siempre con vuestro deber cualquiera que sean las circunstancias que os depare el destino. Las naciones sufren mucho por no cumplirse sus leyes y el mal es mucho mayor cuando faltan a ellas los propios gobernantes". Así se expresaba, por última vez, el general de División Batet. Era el 18 de febrero de 1937. ¿Su ´delito´? Mantenerse fiel a la República.

Domingo Batet Mestre, nacido en Tarragona en 1872 y destinado en Mallorca durante cuatro años, era un militar "de verdad". Un hombre con una "personalidad poliédrica" y con un "complejo ideario". Y, sobre todo, un hombre con sentido del honor y "leal". Los adjetivos entrecomillados son los usados por Carlos Navajas Zubeldía, profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de la Rioja, y autor de un artículo sobre Batet en la obra 25 Militares de la República, un libro de biografías editado recientemente por el ministerio de Defensa para rendir reconocimiento a aquellos militares que decidieron no traicionar al sistema republicano.

Una personalidad compleja

Navajas, que ya había hablado de Batet en su libro Leales y Rebeldes, en esta ocasión hace hincapié en la personalidad de este general que estuvo cuatro años destinado en Mallorca, donde se encontraba precisamente cuando se proclamó la II República. Su carrera castrense comenzó en 1887. Estuvo en la guerra de Cuba, pasó fugazmente por la Escuela Superior de Guerra, y fue enlazando destinos y ascensos.

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