El presidente Bauzá tuvo que lidiar ayer con una segunda concentración de tintes sociales en pocas semanas enfrente del Parlamento. En esta ocasión también había discapacitados, pero se vieron muchas caras nuevas respecto a la protesta que reunió a un millar de representantes de 21 asociaciones que trabajan con este colectivo, el pasado 4 de octubre en el mismo escenario, para reclamar el cobro de más de 4 millones que el Ejecutivo adeuda a su federación, la UNAC.

La convocatoria de ayer reunió a unas doscientas personas de entidades sociales que en este caso trabajan con personas discapacitadas pero también en riesgo de exclusión, y que pidieron al Govern que pague de forma inmediata el 50 % de los 24 millones que les debe. Los manifestantes, convocados por el Tercer Sector Social, una asociación que reúne a unas 90 entidades de las islas, cortaron la calle Palau Reial de Palma para reivindicar el cobro de las ayudas que tienen comprometidas con el Govern.

Según explicó el portavoz del Tercer Sector, Jordi López, estas subvenciones ascienden a 24 millones de euros y su impago ha llevado a estas asociaciones a una situación "crítica". Durante la concentración se leyó un manifiesto en que el se advertía que hay servicios sociales que se están prestando desde el inicio del año sin que exista ninguna garantía de su financiación. También se expresaba la preocupación del sector por los posibles recortes en los presupuestos de 2012, que las asociaciones consideran una "amenaza" para la atención a los colectivos vulnerables.

"La situación es insostenible", rezaba el manifiesto, que añadía que se está produciendo el cierre de algunos servicios y el despido de trabajadores de estas entidades. Las peticiones que hace el Tercer Sector son que las Administraciones Públicas reinicien "de manera inmediata" el pago del 50 % de la deuda acumulada y que se comprometan a abonar el resto fijando un calendario.

Como ya hiciera en la protesta del mes pasado, el presidente del Govern también se acercó a hablar con los manifestantes: "Ustedes tienen toda la razón del mundo, yo no se la puedo quitar, sino todo lo contrario, dársela", les dijo. Bauzá afirmó que "no hay derecho a que no se pague lo que se debe", apuntó el mal estado de las cuentas heredado del anterior Ejecutivo, pero añadió: "Esto no es excusa". Así pues, el presidente se comprometió a saldar parte de estos 24 millones "antes de fin de año", y garantizó las partidas en los próximos presupuestos para que los impagos "no vuelvan a repetirse".