La maquinaria de la construcción isleña está prácticamente paralizada y una de sus principales heridas se encuentra en la nula actividad vinculada a la edificación privada. Durante los ocho primeros meses de este año se han visado en el Colegio Oficial de Aparejadores de Mallorca proyectos para desarrollar 628 nuevas viviendas en la isla, lo que supone una media que se acerca a las 79 mensuales. El impacto que este hecho supone se hace patente con un simple dato: en los ocho primeros meses de 2007, en las puertas del estallido de la burbuja inmobiliaria, la cifra de inmuebles visados en Mallorca ascendió a 7.510, con una media de 939 mensuales, es decir, prácticamente 12 veces más que ahora.

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