­Unos treinta agentes de la Policía Nacional uniformados, y unos cuantos más de paisano, apoyados por policías locales, desalojaron anoche a los acampados del movimiento 15-M de la plaza de España de Palma, y también a los instalados en otras localidades como Manacor. El desalojo, que al cierre de esta edición no había registrado incidentes, pone fin a a una acampada que comenzó el pasado 17 de mayo al hilo de la concentración de esta corriente popular que reivindica una regeneración de la vida política en la madrileña puerta del Sol.

Poco después de las doce de la noche, al parecer siguiendo una directriz del ministerio del Interior que habría ordenado el desalojo de todas las plazas del país en las que quedaran personas del movimiento 15-M, unos siete furgones de la Policía Nacional se desplazaron hasta la plaza de España e informaron a los acampados de que disponían de un tiempo razonable para que desalojaran la zona, y que podrían recoger sus tiendas y enseres en un depósito de Emaya.

En el momento del desmantelamiento, que se desarrolló sin incidentes, habría cerca de un centenar de personas dispersas en dos grupos de tiendas, en uno de los cuales pernoctaban, cuando en los momentos más álgidos de este movimiento reivindicativo han llegado a dormir más de cuatrocientas personas.

Ajenos al inminente desalojo, los ´indignados´ habían convocado a través de Twitter un concentración para hoy frente a los consulados de EEUU, Alemania e Italia para pedir explicaciones por la presencia del buque prisión norteamericano USS Bataan en la bahía de Palma.

Atrás quedan mes y medio de talleres y asambleas para debatir todo tipo de asuntos seguidas por un mayor o menor número de personas, concentraciones para evitar desahucios, la gran manifestación que celebraron el domingo 19 de junio o caceroladas como la que montaron en Cort el 11 de junio, cuando 300 miembros de este movimiento consiguieron deslucir la toma de posesión del nuevo alcalde palmesano, Mateu Isern y tres jóvenes que se encaramaron al balcón consistorial fueron detenidos por "desobediencia y resistencia" a la autoridad. No obstante ésta no ha sido la tónica del 15-M, movimiento que siempre ha sido pacífico.