Dos años y medio después de que el Gobierno Zapatero creyese ver brotes verdes en medio del solar de la crisis, a Mallorca se le viene encima una cosecha entera. Ni brotes, ni indicios: la huerta está llena. Y el banquete turístico puede ser de los que hacen historia. Con unos resultados la mitad de buenos que los que ayer confesaron los principales operadores del mercado alemán, Mallorca también habría descorchado cava en la mayor feria turística del mundo, la ITB que se celebra estos días en Berlín. Un dato habla solo: los paquetes de viajes de verano a Mallorca vendidos en Alemania por el tour operador que lidera el mercado alemán (TUI) se han disparado un 50% en este principio de año.

¿Mucho? Muchísimo: "Es extraordinario. No he vivido jamás una cifra de crecimiento tan alta", subrayaba el presidente de TUI que inauguraba con su optimismo una fiesta a la que pronto se sumaban los directivos del resto de tour operadores que se reparten la suculenta tarta alemana. Las tradicionales reservas con las reservas se convertían así en un chorreo de buenos datos y mejores augurios. Alimentaba el jolgorio el director general de otro de los grandes, Alltours, que primero reconocía unas cifras de aumento de ventas de paquetes para Mallorca "similares a las de TUI" (50%), y luego enfriaba la fiesta ofreciendo una vaga referencia a un crecimiento "por encima del 25%". Por ahí se mueven también los registros de otro de los peces gordos del mercado alemán: Thomas Cook, cuyo primer representante en Alemania despachaba su alegría con un "entre un 20% y un 30%" de subida, números a los que añadía otra valoración con tono de fiesta: "Es un momento excelente. Estamos muy contentos". Y al calor de la euforia incontenida se cocinaba también el análisis del presidente de Rewe, tour operador pilotado por un hombre que ayer era la encarnación del atracón de perspectivas halagüeñas y bolsillos llenos que él mismo vaticina: "Si yo pusiera el titular, lo tendría claro: hay un boom para Mallorca", resumía antes de regar de piropos al Govern y sus gestores (en línea con el resto de operadores). "No solemos tener socios tan profesionales como el Govern. Es un lujo", decía. Y daba su dato: un 20% de subida de las reservas de cara al verano que, de repente, sabía a poco en medio de "la subasta" de buenas perspectivas de negocio.

Lo de "subasta" lo decían con sorna la mayoría de los hoteleros mallorquines presentes en la ITB de Berlín, que aseguraban que sus previsiones son buenas, pero no tanto como las de unos tour operadores que también viven de las buenas noticias que den a la bolsa y a los inversores que les compran las acciones. "Hay mucha venta adelantada, pero al final del año la subida no estará en un 25 o en 50%, sino en un 5 o 6%", atemperaba Juan José Riera, presidente de los hoteleros ibicencos. Su análisis encontraba el asentimiento de los representantes de cadenas como Intertour, Saint Michel o Meliá, representada ayer por en su consejero delegado, Gabriel Escarrer, que rebajaba la euforia: "Va a ser una temporada mucho mejor, está claro, pero estamos con optimismo moderado".

Mallorca gana las revueltas

A esa lectura apuntaba otro hombre contento, el director de la Oficina de Turismo de España en Alemania, Manuel Butler, que ve una "situación fantástica para Mallorca y Balears", pero prevé que el año se cierre con un incremento de ventas en la isla del 5%. Y eso que los datos sobre lo ya reservado y vendido hablan de un crecimiento mucho mayor. Y mucho más suculento. No es solo que el incremento de las reservas para Mallorca que ha documentado la Oficina de Turismo de España en Alemania sea de un 24,2%. Ni que ese avance sea el mayor de todo el Mediterráneo, por encima de toda la costa española y de la cada vez más voraz Turquía. Ni tan siquiera es, recalcaba el director general de Turismo, Joan Mesquida, que "Mallorca haya vendido un 50% de las reservas de España en Alemania", hecho del que no hay precedentes: es que además de todo eso el aumento de reservas va acompañado de unos precios de venta de los paquetes turísticos superiores a los del último año del milagro económico: 2007.

Así que Mallorca lidera las ventas en el país con los turistas que más gastan del mundo: Alemania. ¿Y quién se lo lleva? Esta vez no son los hoteleros, que vendieron con descuentos generosos en medio de la crisis y ahora ven (no sin fastidio) como la gallina de los huevos de oro pone los huevos más gordos para otro. ¿Quién entonces? Pues los tour operadores, sí, pero también el conjunto de una economía mallorquina que espera el atracón turístico con el hambre que dan 128.000 parados. A ello apuntaban la consellera de Turismo (y Trabajo), Joana Barceló, y su plana mayor, que creen que las alegrías que está dando Alemania son lo mejor que le puede pasar a Mallorca. "Será un verano histórico", concedía Butler.

Guerra de precios: fin de fiesta

Aunque, ojo, la fiesta no va a durar siempre. Lo tienen claro todos los agentes presentes en Berlín, que apuntan a las revueltas en el Norte de África y a la sangría de clientes que ha provocado en Túnez y Egipto como gran causa del "éxito de Mallorca". "Son clientes prestados de otros destinos, así que la buena calidad, el buen precio y un servicio bueno son las claves para convencerles este año de las capacidades de Mallorca: solo así garantizamos que vuelvan. El único modo de convertir clientes prestados en clientes duraderos es darles las vacaciones perfectas", avisaba, tras el arrebato de euforia general, Peter Frankhauser, de Thomas Cook, que le mandaba un recadito a los hoteleros y sus precios: Egipto está ofreciendo paquetes de una semana todo incluido (vuelo también) en hoteles de cuatro y cinco estrellas por 299 euros, menos de la mitad de los 770 a que se venden los viajes a Mallorca. Así que Egipto y Túnez volverán pronto al mapa turístico mundial.

Le daba parcialmente la razón Escarrer, que prefiere que llegue a Mallorca menos gente y a precio más alto del que firmaron los hoteleros el año pasado, pero recalca que en este momento las necesidades de Balears están por encima de los intereses particulares. "No podemos poner dificultades. Tenemos que hacer todos un esfuerzo para recuperar la cuota perdida. Este verano va a ser una oportunidad histórica para Mallorca, sin duda. Es habitual que haya situaciones en otros destinos que mejoren las ventas en Mallorca, pero nunca de esta magnitud", remachaba el consejero delegado de Sol Meliá, que atribuye la ocasión de oro al Norte de África.

Aunque hay más que desgracia ajena: las cifras de reservas para este verano ya eran buenas antes de las revueltas árabes, el invierno se va a cerrar con un incremento de viajeros alemanes sin parangón (un 50% de incremento fuera de temporada) y Mallorca recupera cuota de mercado turístico por primera vez en décadas. Lo sintetizaba el líder del tour operador Rewe: "Mallorca está de moda: que dure".