Elevarse a 9.000 metros de altura es más gravoso cuando se despega o se aterriza en Balears. Al menos esa es la conclusión de un estudio encargado por la Dirección General de Transporte Aéreo y Marítimo del Govern. El documento elaborado por Advanced Logistics Group (ALG), consultora inglesa especializada en transporte, afirma que el precio del billete aéreo entre las islas y la península, sin aplicar el descuento de residente, resulta como media un 37% más caro que el de un vuelo nacional análogo.

El Govern considera que estos datos deberían bastar al ministro de Fomento, José Blanco, para reconsiderar su idea de poner límites a las subvenciones al transporte aéreo.

La consultora ALG confeccionó el análisis comparativo de las rutas en 2009. Para calcular el ratio euro/kilómetro se buscaron "conexiones parecidas, aviones de similares características, aeropuertos de semejante categoría y compañías de la misma alianza", explica la directora general de Transporte Aéreo y Marítimo, Joana Maria Amengual. Los pasajes se compraron con una antelación de cinco semanas.

Amengual atribuye este encarecimiento de las tarifas a la "falta de competencia". El hecho de que las diferencia de importe sea más acusada en Eivissa y Menorca, donde operan menos aerolíneas, corrobora la apreciación de la directora general. Allí viajar supone pagar un 52% más sin contar la bonificación. Otras fuentes del sector achacan la disparidad a que las compañías aéreas empujan al alza los precios conscientes de que el descuento del 50% para los residentes baleares modula el impacto sobre el cliente.

Este diario contactó con las patronales aéreas y varias compañías, que declinaron pronunciarse abiertamente sobre las conclusiones de este informe. En todo caso, cuestionaron los resultados del documento ante la "imposibilidad" de establecer comparaciones debido al amplio abanico de tarifas existentes en el mercado y la "multitud" de variables que componen el coste final de un billete ­–tasas, fechas, política comercial de la compañía, combustible, tipo de aeronave, etc...–.

75 céntimos kilómetro

Algunos de los ejemplos extraídos del estudio de ALG son reveladores. Un Barcelona-Palma puede ser un 43% más caro que un Barcelona Valencia. En el primer vuelo, el kilómetro asciende a 43 céntimos y en el segundo a 24. Lo mismo ocurre con un Madrid-A Coruña y un Madrid-Palma. En este caso, la disparidad roza el 38%. Pero las situaciones más sangrantes se producen en Menorca y Eivissa. Algunas veces, ni la subvención gubernamental corrige el desatino. La ruta Madrid-Jerez cuesta 15 céntimos el kilómetros por los 75 céntimos del Madrid-Eivissa. "Esta circunstancia avala la teoría de establecer la obligación de servicio público a lar rutas que conectan la península con Menorca y Eivissa, como ya ocurre con los enlaces interislas", abunda Amengual.

El presidente del Govern, Francesc Antich, se reunirá la próxima semana con la secretaria de Estado de Transportes, Concepción Gutiérrez, según apuntaron ayer fuentes próximas al jefe del Ejecutivo. El objetivo: frenar las intenciones de José Blanco de establecer recortes a la bonificación de los vuelos de clase turista más caros.

Este viaje fue confirmado por el propio Antich durante una entrevista concedida a la Cadena Ser, en la que confirma que ha mantenido contactos con la Secretaría de Estado de Transporte y en los próximos días se desplazará a Madrid para "hacerle entender" al Ministerio que un tijeretazo supondría una "rebaja de los derechos de los ciudadanos".

Francesc Antich ha precisado que si hubiera algún "problema" con el actual sistema, habrá que "analizarlo", pero en ningún caso "recortar" la subvención, y esto es algo que "el Ministerio debe entender", ha reiterado, tras insistir que esta materia compete al Estado.