El Plan de Acción Integral para la Playa de Palma prevé eliminar "entre el 40% y el 60%" de las 43.000 plazas hoteleras con las que cuenta en la actualidad, según resaltó ayer la gerente del Consorcio para la Playa de Palma, Margarita Nájera, en la presentación del Plan. Precisó que el objetivo es lograr que en los próximos diez años se produzca en la zona un cambio de modelo turístico con "menos plazas, de más calidad y con menos impacto ambiental", que se traducirá en un aumento de la categoría de los hoteles de dos a cuatro estrellas y la desaparición de "plazas obsoletas, que han perdido la dignidad y que desarrollan un mal trabajo ya que tiran los precios hacia abajo".

La rehabilitación turística irá acompañada de una "rehabilitación residencial" que comenzará en septiembre con la puesta en marcha de un "proyecto piloto" en 18 edificios que se caracterizará por su "funcionalidad, estética y eficiencia energética", ya que uno de los objetivos es convertir la Playa de Palma en una zona "libre de emisiones" de CO2. Agregó que el Plan contempla un "crecimiento urbanístico cero" sin más incremento poblacional.

El documento urbanístico, que se aprobó el pasado viernes, se someterá ahora a exposición pública durante dos meses, por lo que septiembre marcará el inicio de la aplicación del Plan, que se centrará en Can Pastilla, Las Maravillas y el núcleo urbano de s´Arenal de Llucmajor. Asimismo, Nájera aseguró que "se rescatará en un entorno urbano el humedal de Ses Fontanelles" y que la zona contará con "edificios emblemáticos" como el que "representará a toda la cultura del Mediterráneo", para el que está previsto convocar en septiembre un "concurso internacional" con el fin de contar con "grandes firmas de la arquitectura". La zona de las canteras será uno de los ámbitos que el Plan califica de "espacio tractor", en la que se ubicarán "los hoteles más emblemáticos de la Playa de Palma".

El Plan prevé casi 4.000 millones de euros de inversión, de los que 2.200 millones se destinarán a la Revalorización Integral que acabará en 2010. Las instituciones públicas aportarán el 35 por ciento y el resto corresponderá al sector privado. La secretaria general de Turespaña, Isabel Garaña, mostró ayer su respaldo durante la presentación del Plan y aseguró que los recortes del Gobierno central no afectarán al proyecto para la Playa de Palma. De hecho, se mostró convencida de que podrá obtener otros 25 millones de euros del Fondo del Estado para la Modernización de Infraestructuras Turísticas.

Estas explicaciones no convencieron al presidente de la Asociación Hotelera de la Playa de Palma, Francisco Marí, quien mostró sus dudas por la "inconcreción" del Plan. A la espera de conocer el documento original y el plan de sostenibilidad, Marí criticó que quedan en el aire cuestiones relevantes como "la financiación, el trazado del tranvía, los criterios para eliminar plazas hoteleras y la situación de las viviendas de los residentes, ya que podemos encontrarnos con dos maravillosos hoteles y, en el medio, unas viviendas con ropa tendida en las terrazas".

Tras la explicación a los medios de comunicación, el president del Govern, Francesc Antich, presentó el Plan en un acto en el Palma Acuarium acompañado por el delegado del Gobierno, Ramón Socías; la consellera de Turismo, Joana Barceló; los alcaldes de Palma y Llucmajor, Aina Calvo y Joan C. Jaume, y la consellera insular de Turismo, Isabel Oliver, además de Garaña y Nájera. Al acto asistieron, entre otros, representantes de las asociaciones empresariales, hoteleros y políticos, aunque sorprendió la ausencia de primeros espadas del PP.