Uno de los formenterenses que tienen constancia directa de los vuelos efectuados por el helicóptero Super Puma del SAR, aunque desconocía cuál era su finalidad, es el presidente del Consell Insular, Jaume Ferrer, la primera autoridad de la isla, que vive en las proximidades.

Ferrer se puso en contacto el pasado lunes con la directora insular de la Administración del Estado en Eivissa y Formentera, Sofía Hernanz, para pedir información sobre estas operaciones, que le parecieron "extrañas", y sobre las razones del lugar elegido. Ayer mismo volvió a reiterar por escrito su petición al no haber recibio contestación.

La delegación del Gobierno en Balears aseguró ayer que desconocía la existencia de estos vuelos, aunque aclaró que en ningún caso se habrían efectuado bajo su amparo. La portavoz de la Delegación admitió que las circunstancias descritas y documentadas por este periódico le parecían "anómalas". Y añadió: "En caso de que los hechos descritos sean ciertos, abriremos una investigación y depuraremos responsabilidades".

Al igual que la Guardia Civil, la Policía Local de Formentera también fue advertida de estos aterrizajes, aunque se abstuvo de intervenir al tener conocimiento de que ya lo había hecho una patrulla del instituto armado.