Una de las hipótesis que más cuerpo está tomando en las últimas horas se refiere a la existencia de un informante de la banda terrorista ETA en Mallorca. Esta figura, instalada en la isla desde hace tiempo, habría aportado datos cruciales para ejecutar el atentado contra los guardias civiles Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salvà.

Pese a que las Fuerzas de Seguridad mantienen abiertas varias líneas de investigación, cada día gana más consistencia la posibilidad de que una persona recabara información antes de la llegada de los criminales. Este colaborador seguiría todavía en Mallorca, donde disfrutaría de una vida rutinaria.

Para la ejecución del asesinato de los dos jóvenes agentes, los terroristas desplazados a la isla dispusieron de un importante volumen de referencias que facilitaron su tarea. Sólo así se puede entender que los autores del crimen eligieran las dependencias provisionales cedidas por el Ayuntamiento de Calvià a la espera de que se construyera un nuevo cuartel. Las instalaciones carecen de cámaras de seguridad e inhibidores de frecuencia, lo que en verdad supone un puente de plata hasta el chasis del Nissan Terrano donde perdieron la vida Diego Salvà y Sáenz de Tejada.

También debieron contar con elementos extraídos de una intensa labor de campo para alojar la segunda bomba lapa en el todoterreno aparcado junto al cuartel principal de Palmanova. La seguridad de este edificio no es mucho mejor. Existe una cámara de seguridad pero muchas veces los agentes están tan atareados en la gestión de decenas de denuncias que no reparan en el monitor. El viejo cuartel sí goza de inhibidor y quizá por este motivo los terroristas se inclinaron por artefactos que se accionan con el movimiento, en vez de un explosivo controlado a distancia.

Aunque parece una opción remota, los expertos antiterroristas también han enfocado su atención en los grupúsculos separatistas locales integrados, principalmente, por jóvenes. "No creemos que sean capaces de colaborar, al menos conscientemente, pero nunca se sabe", indicó recientemente a este rotativo un experto.

Además, la existencia de una bomba gemela adherida a otro coche patrulla –que fue detonada por los Tedax– indica que el ataque del jueves no fue fruto de la improvisación. El objetivo de la segunda carga era convertir al todoterreno en un ´vehículo trampa´, ya que intuían que sería uno de los primeros en ser empleados para correr en auxilio de Diego y Carlos. Sin embargo, este segundo Nissan Terrano no se utilizaba porque, al parecer, llevaba un cierto tiempo fuera de servicio.

La otra hipótesis alternativa a la del informante sugiere que los miembros de ETA desembarcaron en la isla con mucha antelación. Se habrían hecho pasar por turistas sin levantar sospechas y podrían haber huido gracias a un temporizador electrónico de resistencias, que les habría concedido hasta una semana de margen para escapar.