Son Espases, la ubicación para el nuevo hospital público de referencia de las islas, nació con una fuerte sospecha de corrupción respecto al tráfico de información reservada del que se habrían beneficiado destacados promotores inmobiliarios. Después, un importante sector del barrio de es Secar, apoyado por numerosas entidades culturales y vecinales y particulares de toda Mallorca, se opuso con todas sus energías al emplazamiento escogido para defender el valioso patrimonio del monasterio de la Real y su entorno. Los opositores a la finca seleccionada, que no al proyecto de nuevo hospital público, ya advirtieron de que los alrededores de Son Espases no estaban preparados para canalizar el ingente tráfico que genera un equipamiento de esta naturaleza. Así que, consumada la elección por el anterior Govern del PP y ratificada posteriormente por el Ejecutivo de centro-izquierda, se acerca la fecha de la inauguración y no hay, ni habrá, a medio plazo, accesos adecuados al hospital. No será esta la última desventura que nos traiga esta nefasta jugada.