-Para que se haga cargo del tipo de entrevista: "¿No debió usted advertirnos antes?"

-Intenté advertirlo, en la medida de mis posibilidades de humilde periodista. En 2005, entrevisté a Paul Volcker, expresidente de la Reserva Federal, con el titular "Esta situación económica y financiera no puede durar". Ese mismo año, Nouriel Roubini me contó los proyectos del Fondo Monetario Internacional para acabar con el estado de bienestar en Europa. Y en abril de 2008 escribí un artículo titulado "El capitalismo de casino se ha terminado".

-¿Cómo salimos de ésta?

-Ya sabemos cómo no salir de esta crisis. No sirve el plan de ajuste de Zapatero en mayo de 2010, la gran traición en la memoria colectiva que crea un millón de parados en dos años. Y tampoco salimos con los cuatro planes de ajuste de Rajoy. Comparten la convicción de quienes atribuían armas de destrucción masiva a Sadam Husein. La neumonía no se cura con consolidación fiscal.

-´Indecentes´ pero, ¿hay inocentes?

-No entre las clases dirigentes, aunque hubo quien pudo cometer "fraudes inocentes", por utilizar la expresión acuñada por Galbraith. Hay que pensar en quienes son clientes de Cajamadrid desde hace tres generaciones, y les enchufan una emisión de preferentes, asegurándoles que son depósitos de liquidez garantizada. Hubo directores de sucursales que también suscribieron preferentes y acciones de Bankia. Estos son los únicos inocentes.

-Rato hubiera hecho menos daño como presidente del Gobierno.

-Otro Rey Midas que nos inventamos, cuando la burbuja inmobiliaria la inventa Rato. Su salida del Fondo Monetario está muy forzada, a raíz de unos problemas que no son los que él alega. Tras su partida, el FMI publica una auditoría tremenda, premonitoria de la posición de Deloitte en Bankia. Hay un cordón umbilical en un político muy hábil en sus relaciones públicas, especialista en nadar, guardar la ropa y apuntarse todos los méritos. Y le queda el horizonte penal, de largo aliento.

-¿Cuál es la frontera de la revuelta social?

-Todo el mundo repite el tópico de que el 25 por ciento de paro supondrá una revuelta social. Puede haber correctores por el mercado negro, aunque Italia tiene una economía sumergida del orden del treinta por ciento y sólo un once de paro. La reacción funcionará por acumulación. Rajoy no se ha desgastado en un plazo récord, porque nunca generó ilusión. Ya llegó como una desilusión, se votó contra Zapatero.

-¿A Rajoy le gusta gobernar?

-Es muy gallito y le gusta ser presidente del Gobierno, pero su vocación no es gobernar ni tiene visión histórica, por lo que representa a quienes le dicen lo que tiene que hacer, y no a sí mismo. Ahí están Soria y Montoro, dándose bofetadas en la plaza pública. En los 400 euros a los parados, el ejecutivo actúa como si la crisis fuera a resolverse en los próximos seis meses, cuando no es una recesión clásica.

-¿Rubalcaba actúa como ministro en la sombra de Rajoy?

-Rubalcaba deja el Gobierno diez días antes de la salida de Bankia a Bolsa, por lo que ha apoyado la creación de ese Frankenstein, así como el nombramiento de Rato en Cajamadrid y la reforma de las cajas. Hoy hace lo que puede, dado el mecanismo turbulento y estrafalario de sucesión que idean Zapatero y Rubalcaba.

-Y que sella el final del zapaterismo.

-Se olvida que a Zapatero lo tumba la marea de los mercados. Anuncia su marcha antes de las autonómicas, y no mitiga el desastre electoral, A continuación, abrevia la legislatura tras llegar a la convicción de que España será rescatada. ¿Dónde está la soberanía?

-¿Felipe González es la solución?

-Es un mito. González declara que "éste es el Zapatero que yo apoyo" tras el anuncio de los recortes de mayo de 2010. En el fondo, está de acuerdo con el Rajoy de la austeridad. Ahora dice que el BCE ha de intervenir, pero cabría recordarle que él hizo el tratado de Maastricht, donde se decidió lo contrario. Que empiece por reconocer que se equivocó.

-Resurge su biografiado Mario Conde.

-Al haber escrito una trilogía sobre Mario Conde, podría explicarle el personaje a quienes tenían quince años en 1996. Ahora tienen treinta, y lo desconocen casi todo sobre el exbanquero. Actualizando las cifras, Banesto supuso 8.000 millones de euros, y Bankia necesita 23.000 millones.

-¿Cuál es el último dato que debe asustarnos?`

-La caída de depósitos bancarios, el señor que tiene euros en un banco del sur de Europa y abre una cuenta en Frankfurt. Una fuga masiva de capitales.

-¿Habrá un ´Indecentes 2´?

-Indecentes acaba preludiando la caída de Bankia. Habrá una continuación pero no te digo el título, porque te encantará tanto que lo escribirás.