La banca gana. También en crisis: la Asociación Española de Banca informó ayer de que los bancos que operan en España lograron un beneficio neto atribuido de 12.709 millones hasta septiembre, con una tendencia que va a continuar en el último trimestre de este ejercicio y también en 2010. Es decir, después de que la economía hiciese aguas por culpa de un desplome financiero, los que mejor capean el temporal son quienes lo causaron: los bancos.

Según detalló el secretario general de la patronal bancaria, Pedro Pablo Villasante, a final de año los beneficios de la banca se habrán encogido un 10%. Aun así, rondarán los 15.000 millones. Por eso Villasante califica los resultados de positivos y resta importancia al incremento de la morosidad. Según Villasante, la actividad de la banca durante está crisis se ha visto condicionada por un contexto "muy complejo" marcado por la caída del consumo de las familias y de la inversión de las empresas [que culpan de ello a la falta de crédito]. Pese a los beneficios, en la AEB no descartan fusiones entre bancos españoles para ganar competitividad.

Más allá de los resultados, la preocupación del sector (y del conjunto de la economía) se centra ahora en la rebaja en la calificación crediticia de la deuda española que estudia en estos momentos la agencia de calificación Standard and Poors. Según el secretario de la patronal bancaria, esta medida no estaría justificada, ya que "no se puede comparar a España con otros países" que están en una situación peor, "amenazados por el déficit y con un fuerte endeudamiento". Pese a ello, insta al Gobierno a hacer un esfuerzo para reducir el déficit y el endeudamiento público, con el objetivo de converger con el límite del 3% de déficit público que establece la Unión Europea.

De opinión casi idéntica es el presidente del Gobierno. Rodríguez Zapatero, que viajó a Bruselas tras presentar en Moncloa su diagnóstico de la economía española, restó importancia a las advertencias de Standard and Poors, al asegurar que otras dos agencias de calificación –Fitch y Moody´s– mantiene la máxima nota para la deuda española. Advertido de que una rebaja de calificación encarecería el crédito para la banca española y dificultaría aún más la salida de la crisis, Zapatero se limitó a asegurar que el Tesoro español se está financiando "en condiciones absolutamente normales".

El BCE y Botín advierten

Menos triunfalistas son el Banco Central Europeo. El miembro español del comité ejecutivo y del consejo de gobierno del BCE, José Manuel González-Páramo, no discute si Standard & Poor's (S&P) tuvo razón en rebajar la perspectiva crediticia de España, pero considera que el informe que acompaña ese aviso "es difícil de rebatir". Aunque le dio la vuelta a la situación al explicar que el aviso de S&P puede ser positivo: "Estos avisos son escuchados con atención por los gobiernos y les llevan a hacer lo necesario para restaurar la credibilidad en los mercados".

También lo ve así Emilio Botón. El presidente del mayor banco español, el Santander, pidió "un esfuerzo conjunto público y privado" para evitar una rebaja de la calificación crediticia del país, que sería perjudicial para la banca y para el conjunto de la economía. Botín no obstante le recordó a S&P que "aunque la deuda ha crecido de manera importante", España "parte de un nivel de endeudamiento mucho más bajo que otros países".