No es la primera vez, y pese a que tan solo quedan cuatro partidos para que finalice la Liga regular, tiene pinta de que no será la última. Álex López la volvió a liar. De nuevo perjudicó a su equipo al dejarle con nueve -minutos antes había sido expulsado Bonilla- con dos tarjetas en el plazo de tres minutos y en pleno dominio del Elche, volcado en la portería de Reina. Este chico no aprende. Hace menos de un mes regresó a los terrenos de juego después de cumplir cuatro partidos de sanción. "He aprendido la lección", dijo el catalán. Mentira. Lo de ayer no tiene nombre, y provocó el enfado de su entrenador, que le dijo que se callara cuando el jugador le pedía explicaciones al árbitro. A un profesional hay que exigirle algo más de temple, y más en situaciones extremas como la de ayer y teniendo en cuenta que es reincidente.
Expulsiones al margen, el punto logrado en el Martínez Valero es la mejor noticia para el Mallorca, que además vio cómo el Villarreal B tan solo sacaba un empate en Sabadell. Por lo tanto, todo queda igual con una jornada menos. Faltan cuatro y los de Moreno sacan seis y siete puntos a castellonenses e ilicitanos, además del golaverage. O lo que es lo mismo, si el Mallorca gana dos de los cuatro partidos que restan será campeón del grupo.
Y qué decir del Atlético Baleares, que ayer ante el Ontinyent disputó su mejor partido con Mandiola, que es lo mismo que decir de la temporada. El equipo blanquiazul está protagonizando una reacción digna de elogio. Son ya seis partidos consecutivos sin conocer la derrota y tercera victoria consecutiva. Ya está en zona de promoción de descenso y a un solo punto de la salvación, más posible que nunca. En solo dos meses el técnico vasco ha sacado lo mejor de unos futbolistas que, se ha demostrado, no eran tan malos como parecían con De la Morena y Melgarejo. Mandiola, aparte de sus evidentes conocimientos futbolísticos, ha puesto sentido común en un club perdido en todos los sentidos y orden en un equipo que no ganaba a nadie.
Imperdonable Barcelona. No tiene nombre el ridículo que hizo el martes el Barça de Valverde en Roma. Es inconcebible el pésimo partido de unos futbolistas multimillonarios que se mostraron incapaces de dar dos pases seguidos ante un rival que se impuso justamente porque se le creyó desde el pitido inicial. No valen excusas. Tocó el rival que se quería en el sorteo y se defendía un 4-1 que debería haber sido más que suficiente. Es el tercer año consecutivo que el Barça cae en cuartos de la Liga de Campeones, el cuarto en cinco años. Definitivamente, los azulgrana hace tiempo que no son competitivos en Europa.
El Urbia baja el telón. Rozó la gesta, pero al final se ha quedado en el camino. El Urbia Voley Palma ha puesto punto y final a la temporada, que la cierra en blanco, tras caer en las semifinales de la Liga ante el Unicaja Almería. Las dos derrotas en Palma, como se preveía, han resultado definitivas y han convertido en imposible una remontada que por momentos parecía posible.
Nadal empieza esta semana en Montecarlo la temporada de tierra, su superficie favorita, y en la que debe imponer su superioridad. Si las lesiones le respetan, el manacorí es el principal candidato a levantar todos los títulos, otra cosa es que lo consiga. En la Copa Davis, y tras más de dos meses en el dique seco, ya ha demostrado de lo que es capaz.
