Vaya jornada! Ni Mallorca ni Atlético Baleares dieron lo que de ellos se esperaba. La trayectoria de los blanquiazules no auguraba nada bueno, pero siempre se espera una reacción que pueda suponer un alivio. De hecho un gol de Fullana de penalti hizo pensar a la parroquia blanquiazul que esta vez sí, que se podía ganar un partido y empezar a soñar con una remontada camino de la salvación, pero cuando es que no es que no y lo demás son tonterías. El Atlético Baleares llegó a tener a su rival con nueve jugadores por dos expulsiones, pero ni así. El Sabadell empató y el 1-1 final sabe a derrota de las peores. No obstante, el calendario puede hacerle un favor a los de Mandiola: tres de los próximos cuatro rivales son directos en la lucha por evitar el descenso, Deportivo Aragón, Peralada y Peña Deportiva. Si el Baleares merece la permanencia tiene que demostrarlo ante esos adversarios porque de lo contrario será que no se lo ha ganado. Por su parte el Mallorca se pegó el batacazo de la temporada. La derrota en Cornellà escuece, por el resultado, 3-1, y por las formas. Es cierto que faltaban cuatro titulares fijos; es cierto que en este Mallorca hay titulares y suplentes; y también es cierto que el rival es equipo fuerte y su campo, otro más de césped artificial; pero no hay excusas. El Mallorca jugó muy mal o no jugó. Estuvo falto de creación, de atención defensiva y absolutamente inofensivo en ataque.No es momento de dudar. Este equipo es competitivo aunque tiene lagunas que no ha conseguido resolver, sobre todo esas ansiedades por querer ir más deprisa que el tiempo. Recuperar efectivos y credibilidad es vital para seguir el camino marcado. Pero repito, no es la derrota en sí, sino la manera en que se produce lo que crea esas dudas y cada vez queda menos tiempo para ponerse a dudar.
