Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Minuto 91

Fútbol de Segunda B, ambiente de Primera

11.354 personas se dieron cita en Son Moix.

Afalta de fútbol de Primera, ambiente de Primera. Pocas cosas hay que envidiar tras lo vivido ayer en Son Moix, donde se vivió una auténtica fiesta del fútbol. Del fútbol mallorquín. Hacía tiempo que no se vivía en el estadio mallorquinista un ambiente como el de ayer, con dos aficiones entregadas a sus respectivos equipos y unos protagonistas que lo dieron todo en el terreno de juego con una deportividad digna de admirar. Los 22 futbolistas hicieron honor a su condición de deportistas. Ejemplares todos ellos. Y no era fácil, porque ambos equipos llegaban agobiados. El Mallorca tras seis jornadas sin conocer la victoria y con su primera derrota en el zurrón; el Atlético Baleares porque se ve incapaz de abandonar las posiciones de abajo. De hecho, ya ocupa plaza de descenso. Lo dieron todo unos y otros, pero con nobleza y con contadísimas acciones reprobables. El mejor resumen fue tras el pitido final, con los jugadores de ambos equipos fundiéndose en un abrazo.

Lo mismo se puede decir de las aficiones. El millar de hinchas del Atlético Baleares se comportaron como lo que son, animosos apoyando sin descanso a sus jugadores. Lo mismo los del Mallorca, conscientes de que los jugadores necesitan su apoyo en estos momentos de debilidad. Ni un solo incidente se produjo en un derbi caliente por muchos motivos.

La búsqueda de un solar en Calvià y Llucmajor por parte de Robert Sarver, de la que informaba el martes este diario, ha causado sensación en el mallorquinismo y en los actuales rectores de Cort. El magnate norteamericano está cansado de la forma de actuar del Ajuntament de Palma.

Quiere la supresión de la pista de atletismo, pero antes necesita que Son Moix sea de su propiedad. Noguera, molesto, insta al Mallorca a presentar un proyecto para suprimir la pista. Y en esas estamos, sin que nadie dé un paso al frente. Tras este rifi-rafe subyace el eterno tema del Lluís Sitjar. Hasta que el club no llegue a un acuerdo con los copropietarios, lo que parece lejano, no hay nada que hacer. Desde fuera, la amenaza de dejar Palma y construir un nuevo estadio fuera de la capital parece más un farol que otra cosa, una forma como cualquier otra de decir: "Aquí estamos y a ver si nos hacéis caso".

Nadal avanza firme en Australia. El tenista de Manacor ya está en los cuartos de final del Abierto de Australia y, con ello, se asegura el número uno al final del torneo pase lo que pase a partir de ahora. Hasta ayer ha tenido un camino plácido. Hasta ayer, en que se encontró con el argentino de apellido impronunciable, Diego Schwartzman, que le retuvo casi cuatro horas en pista en su primer partido exigente del curso. El campeón de dieciséis grandes, que en Melbourne busca convertirse en el primer tenista desde la Era Open -1968- en conquistar un mínimo de dos veces cada uno de los cuatro grandes del calendario, se las verá mañana con el croata Marin Cilic, una buena piedra de toque para comprobar las posibilidades reales del manacorí.

Carlos Sainz acaba con el gafe. El piloto madrileño dio el sábado un paso de gigante para que el popularísimo "trata de arrancarlo, Carlos, trata de arrancarlo" de su excompañero Luis Moya quede en el olvido. Carlos Sainz, a sus 55 años, ha triunfado por segunda vez en el Dakar, el rally de todos los rallies, y lo ha hecho con una autoridad que deja poco margen de duda. Sainz, bicampeón mundial de rallies, padre del piloto de Fórmula Uno, ha desarrollado una brillantísima carrera, recordada injustamente más por su mala suerte en momentos clave que por su pericia al volante.

Compartir el artículo

stats