Ridículo. Así de simple. El Iberostar Palma fue una caricatura anoche en el pabellón de Pumarín y al descanso perdía de 23 puntos (42-19), aunque lo peor fue un primer cuarto: 21-8 en contra. Sin intensidad, el Palma no existió en defensa y en ataque. En la segunda parte ya solo era posible un milagro; y, evidentemente, no se dio (80-57).

El Oviedo, más intenso en defensa y ataque, se ensañó con el equipo de Xavi Sastre en el arranque del encuentro. Negados en ataque, con solo ocho puntos, todos del lituano Zyle -y con un poco brillante 50% de acierto habiendo hecho sus lanzamientos en la zona-, tampoco la defensa ayudó al optimismo. Al contrario, el africano Mouha Barro se hizo amo y señor de la zona (cerró el primer periodo con 15 puntos y 22 de valoración). Bien acompañado por un equipo que le dio ritmo al encuentro, fue minando la moral de un Palma al que le costó horrores encontrar el aro local. De hecho, durante muchos minutos del segundo parcial solo Fornas fue capaz de anotar (36-14 a cinco minutos escasos del descenso).

Un tiro libre de Joan Tomàs, una canasta de Slezas y un triple de Fornas permitieron al Iberostar Palma cerrar la primera parte con marcador menos sonrojante de lo merecido (42-19).

Con el orgullo herido y sabiendo que era imposible hacerlo peor, el inicio del tercer cuarto fue más benévolo para el Iberostar. Al menos en cuanto a las sensaciones. De hecho, en tres minutos fueron capaces de anotar siete puntos (50-26). El problema es que el Oviedo, pese a bajar las revoluciones, no redujo su actitud y supo mantener y hasta ampliar la enorme diferencia a su favor en el marcador (56-28, a falta de cuatro minutos para el fin del tercer parcial).

En el último parcial, que arrancó con el resultado de 60-31, no varió en exceso el guion. Los errores se redujeron en un Iberostar perdido en defensa y en ataque, pero que pudo maquillar el resultado (20-26 en el último parcial) ante un Oviedo que se sentía superior. Al final, durísimo castigo para un conjunto mallorquín que se encalla en la zona baja de la clasificación (80-57).