Alguna vez hemos contado desde aquí que en el mundo del fútbol pocas cosas pasan por casualidad y esta temporada, al Real Mallorca y al Atlético Baleares les pasan cosas de esas que se achacan a la buena o mala suerte y responde más bien a dinámicas de unos y otros. Esta vez, a bermellones y blanquiazules la solución final de sus partidos les ha llegado con el tiempo casi cumplido y eso, aunque lo parezca, tampoco es casualidad. El Mallorca salvó los muebles y su primera derrota en la Liga en el minuto 89 gracias a un gol de Sastre, un futbolista cuya juventud y posición en el campo no le convierten en el jugador elegido para resolver un partido pero que ayer sí lo hizo en Badalona. Y no es casualidad. Sastre fue, probablemente, el jugador más destacado de los mallorquinistas en un mal partido del equipo y por eso de las dinámicas y de la insistencia, aunque sea jugando mal, y porque fue el mejor y apareció en la penúltima jugada con opción de tiro a portería, por todo eso, el Mallorca logró un empate que le evitó su primera derrota. Mientras, al otro lado, en el lado blanquiazul de la ciudad, el Atlético Baleares sigue empeñado en no ganar en casa. Cayó por 1-2 ante el Cornellá y perdió a la vez que el Mallorca lograba el empate. Destinos cruzados. El Atlético Baleares se había adelantado en el marcador y le empataron en el 88´. Y cuando ese empate podía darse por definitivo, llegó la puntilla en el minuto 89. ¿Mala suerte? Yo también apelo a las dinámicas y a las sensaciones de un equipo que ya ha cambiado de entrenador y que no ha resuelto nada mientras se busca al tercer técnico de la temporada. Esas incertidumbres, esas dudas y demás, hacen que puedan pasar estas cosas. No lo duden ustedes. Los dos partidos de ayer, se resolvieron ´in extremis´, cada uno en su vertiente. Continuará€
