Cuatro medallas de oro y otra de plata son el legado que dejaron los regatistas españoles en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, que ayer fueron homenajeados en el Real Club Náutico de Palma. El acto, organizado en el marco de la Copa del Rey de vela, congregó en Palma a diez de los 16 integrantes del equipo, entre ellos el malorquí Jordi Calafat, que participó en las diferentes clases en los juegos de Barcelona con motivo del 25 aniversario de la cita olímpica.

Los deportistas de vela que compitieron en Barcelona lograron la mayor cosecha de éxitos para el deporte español, hasta cinco preseas, de las 22 que consiguió España en sus mejores Juegos Olímpicos hasta la fecha. Entre ellos destaca la figura de Jordi Calafat, que en la ciudad condal, junto con Kiko Sánchez Luna, ganó la medalla de oro en la clase 470, convirtiéndose en el primer deportista mallorquín de la historia en conquistar un título de campeón olímpico. Sobre su gesta recordó a DIARIO de MALLORCA que afrontaban la cita como una de las tripulaciones favoritas "tras realizar un muy buen ciclo olímpico". "Fueron unos Juegos que se vivieron muchísimo en toda la ciudad", rememoró Calafat, que por otros compromisos no pudo atender ayer a la prensa.

Además del rey Felipe VI -fue el abanderado español- y del mallorquín Calafat, estuvieron presentes Theresa Zabell, José María Van der Ploeg, Domingo Manrique, Natalia Vía-Dufresne, Fernando León, Asier Fernández, Fernando Rita y Jaime Piris. Destacaron las ausencias del mallorquín Pepote Ballester y Kiko Sánchez Luna. El acto, que apenas duró diez minutos, consistió en una foto de familia del Rey con los otros nueve regatistas, que posaron con un panel de fondo en el que se leía "gracias por hacer historia".

Acompañado del presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, y de la presidenta de la Real Federación Española de Vela, Julia Casanueva, el presidente del Real Club Náutico de Palma, Javier Sanz, fue el encargado de expresar el sentir de todo el deporte español al combinado que fue responsable de casi una cuarta parte de los éxitos nacionales en la olimpiada de hace 25 años, cuando "España vivió uno de los momentos más emocionantes" de su historia.

El "sincero homenaje a los hombres que inauguraron la modernidad en el olimpismo español", en palabras de Sanz, fue ovacionado por el numeroso público reunido en las terrazas del RCNP. Tras los aplausos, Alejandro Blanco hizo entrega al equipo olímpico de una placa en reconocimiento de los logros conseguidos.