Marcus Cooper Walz se quedó sin subir al podio en la Copa del Mundo de Szeged (Hungría), en donde era favorito a priori para alcanzar medalla en la final del K-1 1.000 metros.

El palista mallorquín, que se clasificó para la lucha por las medallas con el mejor tiempo de todos los terceros en las semifinales, salió por la calle uno y no se vio con opciones de meterse en la pelea por las preseas.

El local Bálint Kopasz se llevó el triunfo con un crono de 3:23.921, por delante del portugués Fernando Pimenta (3:24.875) y del español Roi Rodriguez (3:25.782), que fue la gran sorpresas. Marcus Cooper Walz entró en meta noveno, último con un tiempo de 3:36.128.

"Malas sensaciones y no me favoreció nada el viento de la pista. No conseguí meterme en faena en ningún momento. Aún así, estoy contento; esta temporada no estoy tan en forma como la pasada. Lo importante viene más adelante", afirmó el palista del Portopetro en su cuenta de Twitter.

Además del bronce de Rodríguez, España cerró la segunda jornada con el oro de Paco Cubelos e Íñigo Peña (3:05.624) en la prueba del K-2 1.000 metros.