El pasado septiembre, cuando la plantilla del Ca´n Ventura visitó la redacción de Diario de Mallorca, el propietario Damià Seguí mantuvo una pequeña discusión, si se le puede llamar así, con el técnico Marcos Dreyer. El brasileño acababa de decir a Rafael Gelabert, el periodista de esta casa que le estaba entrevistando, que iban a "luchar por ganar la Liga". Estas palabras, tan lógicas en la alta competición, no gustaron al dueño del club, que le interrumpió, fiel a su estilo, con una expresión tajante. "No digas que lucharemos, tienes que decir que ganaremos", sentenció. Espero que no se enfaden los protagonistas por desvelar esta anécdota, pero explica la presión que han soportado durante toda la temporada estos jugadores y cuerpo técnico. Detrás del Ca´n Ventura hay dinero, por supuesto, pero también trabajo. Y eso sí que no es ningún tópico. Hoy pueden rematar la faena y servir a Seguí, que tiene motivos para estar orgulloso de su enésima iniciativa, el ansiado título. Y con el Son Moix de las grandes ocasiones. Otro incuestionable éxito de Seguí, que se lo merece.
