Pepe Gálvez (Calvià, 1974) y Christian Ziege (Berlín Oeste, 1972) se vieron ayer las caras en Son Bibiloni. También lo podían haber hecho sobre un terreno de juego, ya que por edad ambos se hubieran enfrentado en un hipotético duelo: el internacional en 72 ocasiones por Alemania defendiendo el costado zurdo de su equipo y el propio Gálvez exigiéndole al teutón con sus recordados 'slaloms' por banda derecha, y en el que la velocidad y desparpajo del calvianer rompían a las defensas rivales. Un emparejamiento que queda para la ciencia ficción, ya que nunca se produjo.

Ahora, la historia es bien distinta. Lejos del 'glamour' del fútbol de élite del que disfrutaron, este sábado ambos buscarán desde sus respectivos banquillos que sus futbolistas superen a su rival en el vigésimo derbi entre el filial del Real Mallorca y Atlético Baleares. Una confrontación marcada por las necesidades que ambos equipos tienen de ganar. Los rojillos para salir de los lugares de descenso, mientras que los blanquiazules buscan engancharse de nuevo a las opciones de jugar el play-off de ascenso a Segunda División. En ambos casos, sus objetivos a día de hoy están justo en las antípodas de lo inicialmente previsto.

El encuentro

Con media hora de retraso llegó el técnico alemán. Ziege, aferrándose al discurso que ya utilizó en la confrontación de la primera vuelta, manifestó que "personalmente, no deja de ser otro partido. Sé que para todos es un gran partido, pero para mí son solo tres puntos y nada más". Por su parte, Pepe Gálvez añadió más componentes emocionales al envite de este sábado, recordando que "no importa apretar a mis jugadores ante un partido como este. Lo que hay que hacer es controlar más la ansiedad y el exceso de motivación".

Ziege tiene claro que buscará romper esa dinámica de empates y derrotas que condenan al cuadro blanquiazul a retozar en zona de nadie a nivel clasificatorio. "Tres puntos son siempre importantes, ya que los empates no ayudan mucho. Este tipo de partidos son complicados ya que los jugadores a veces pierden la cabeza y tenemos claro que este es un partido de noventa minutos ante un contrario, y que el objetivo son los tres puntos", dice. En este sentido, Gálvez tiene claro que "el que no puede perder este derbi es mi equipo. El Baleares tiene más margen de maniobra ya que no se encuentran tan lejos de la zona alta, mientras que nosotros sí que tenemos más necesidad", subraya.

El derbi no llega precisamente en el mejor momento para ambos equipos. Mientras Gálvez está contento con el juego de su equipo "pese a las derrotas, ya que los jugadores han competido, lo que nosotros necesitamos es ganar partidos", Ziege reconoce que "los jugadores estaban tristes por el empate contra el Levante Atlético pero están haciendo una semana muy buena de trabajo en los entrenamientos, y les veo muy motivados. Supongo que porque saben que juegan contra el Mallorca B", simplificando su respuesta a la hora de justificar el por qué de esta negativa dinámica de resultados y juego: "Al equipo le faltan goles, es fácil". De idéntica forma, aunque con matices, al Mallorca B le pasa lo mismo. "Quizás tengamos que generar más ocasiones, hemos tenido la mala suerte de tener una cuesta de enero difícil contra los cuatro de arriba, y yo espero que con el trabajo lleguen los resultados", destacó.

Sobre el Mallorca B, Ziege apunta a un cambio "en la forma de jugar con el cambio de entrenador. Juegan bien, los vi contra el Hércules en casa, y lo hicieron bien, aunque tuvieron mala suerte con los fallos de su portero, y perdieron. Pero, jugaron bien". En cuanto al Baleares, Gálvez apunta que se trata de un rival "que quiere jugar el balón, llevar la iniciativa del juego, es un equipo valiente al que hay que contrarrestar bien y nuestra intención es que ellos no sean protagonistas. Quiero que sea un partido en el que les quitemos el balón, llevemos la iniciativa y les tratemos de tu a tu".

Estadísticas demoledoras

A nivel estadístico, nunca el Mallorca B le ha ganado al Atlético Baleares en Segunda B jugando como local. De hecho, en los cuatro últimos derbis jugados en Son Bibiloni con ambos equipos en Segunda B, el balance es claramente favorable a los blanquiazules: un empate a 1 (temporada 2010-11) y tres derrotas -todas por idéntico marcador, 1 a 2- en las temporadas 2011-12, 2012-13 y 2014-15.

Ante estos demoledores números, Gálvez apunta con una sonrisa que "será otro objetivo más a superar, pero más que eso, lo que necesitamos son los tres puntos ya que estamos en zona de descenso, y si es ganando un derbi, pues mucho mejor". El partido se juega este sábado, a partir de las 16 horas, en el campo Tomeu Serra de Son Bibiloni.