Lo que hay que hacer es ilegalizar a este Gobierno represor y palurdo, aunque por suerte hay unas elecciones a la vuelta de la esquina. La ´estelada´ es la expresión de un sentimiendo democrático y legítimo, y prohibirla supone un grave ataque contra la libertad de expresión. Los independentistas se han cargado de razones para dedicar una pitada monumental al himno, al Gobierno, al PP, a la delegada del Gobierno en Madrid, a Tebas y a todos aquellos que iban de progres y ahora salen del armario apoyando una prohibición que avergüenza a cualquiera con un mínimo sentido democrático.
La caverna era más profunda y estaba más poblada de lo que nos pensábamos. Y la habitan los mismos que pedían no politizar el fútbol. Hoy hay más independentistas y además tienen un argumento más para irse.
