La última competición importante de David Bustos fue el Campeonato de España en pista cubierta, que se celebró a inicios de marzo en Madrid. Tras alcanzar el mejor tiempo en las semifinales de 1.500 metros, con un crono de 3: 50.67, no pudo lograr ni siquiera una medalla. El oro fue para el sevillano Manuel Olmedo y el mallorquín tuvo que conformarse con el cuarto puesto. Ahora, semanas después, afronta el tramo decisivo del año con el inicio de la temporada de verano.
-¿Qué pasó en aquella final del Nacional bajo techo? Después de su gran marca todo el mundo esperaba una nueva medalla.
-Creo que lo que me pasó es que he cambiado de entrenador y todavía estoy asimilando el trabajo. Con Toni Roig hago una preparación diferente, muy dura. Tal vez me faltó un poco de chispa. Empecé a trabajar a finales de octubre y hasta principios de noviembre no entrené a un buen ritmo. De todas formas, la temporada de invierno no era el objetivo principal. Buscábamos recuperar la competitividad poco a poco.
-Hablemos de ese cambio de entrenador. ¿Por qué dejó a José Manuel Abascal?
-Abascal se fue de Cantabria y se trasladó a Calafell a trabajar. No hacía nada allí solo y surgió la oportunidad de irme a Eivissa. Toni Roig me conoce al cien por cien y pensé que me iría bien con él. Se adaptaba a mi tipología de corredor.
-¿Qué buscaba con el cambio? Usted era un atleta de gran final, pero en esa final pareció haber perdido esa explosividad.
-Tal vez fue por no hacer tanta pista cubierta. Con el cambio de técnico gané otras cosas, como competir mejor en carreras más rápidas. Mejoro poco a poco. Esperaba poder demostrarlo en los últimos campeonatos, pero no pude hacer el cambio de ritmo necesario en los últimos 200.
-Acabada la temporada invernal y con llegada de las competiciones al aire libre, ¿cuál es su objetivo?
-Hemos planificado el trabajo para llegar bien a la temporada de verano. Mis objetivos son el Europeo y los Juegos de Río. Tengo la suerte de que ya he hecho la mínima olímpica, aunque puede que en España, donde siempre hay un nivel alto en esta prueba, haya más de tres que lo consigan. [Manuel] Olmedo y otros también están a un buen nivel, pero yo confío en ganarme el puesto.
-¿Se ha planteado algún cambio de prueba?
-No descarto bajar a 800. Pienso que también podría hacerlo bien en esta prueba, pero tampoco descarto correr algún tres mil.
-¿Cuál es su calendario de competiciones para preparar la cita olímpica?
-Lo único que tengo claro es que me centraré en el campeonato Europeo al aire libre, el Campeonato de España y en las Olimpiadas. Ahora tenemos que ver el calendario de competiciones y mítines y decidir en qué compito, si hago 800, solo el 1.500 o algún 3.000.
-¿Cómo es su estancia en Eivissa con su nuevo entrenador, Antoni Roig?
-Aquí me siento muy arropado, con un entrenador que está encima de mí. Tengo también un técnico para el trabajo en el gimnasio. Lo único que echo de menos un poco es la pista de Magaluf, que tiene las curvas más anchas y me va mejor para entrenar.
-¿Qué le parece lo ocurrido en Palma con la falta de pistas para entrenar?
-Una ciudad como Palma debería contar con una pista de atletismo en condiciones para que puedan salir deportistas destacados. En mi generación hubo un montón de medallistas, algo muy singular en una isla tan pequeña como la nuestra. Sin instalaciones será difícil que algo así se repita.
