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Tenis

El peor trago de Nadal

A un mes de Roland Garros, el mallorquín se presenta con los peores números de su carrera y acrecienta las dudas sobre sus posibilidades de conquistar su décimo título en París - Nunca había llegado al mes de mayo con tan pocas victorias, 19

Nadal, en un gesto de incredulidad por un punto fallado en el partido de octavos de final del Conde de Godó, que perdió ante el italiano Fabio Fognini. EFE

Rafel Nadal está pagando las consecuencias de haber estado más de medio año parado. La lesión en la muñeca, sus problemas en la espalda y su intervención de apendicitis han dejado huella en un tenista que, hasta ahora, parecía infalible. Al menos durante la temporada de tierra, donde ha sido el amo y señor en la última década.

Nadal tiene un problema. Y lo sabe. ¿Es mental? ¿Es físico? Lo que parece claro es que presenta dudas en su juego. Afronta los partidos con ansiedad, como demostró el pasado jueves ante el italiano Fabio Fognini, número 30 del mundo, ante el que encajó su segunda derrota este año, tras caer en la semifinal de Río de Janeiro. Sus números ante este jugador es la mejor muestra de que está desquiciado y que no sabe cómo salir del túnel. Ante el italiano, novio de la tenista Flavia Penetta, únicamente aprovechó tres de las catorce pelotas de rotura de que dispuso, no cerró el segundo set pese a que siempre fue por delante en el marcador y finalizó el partido con treinta errores no forzados, una auténtica barbaridad en un jugador de su nivel.

Las dudas se han instalado en un tenista que, si de algo podía presumir, es de ser un seguro de vida. Ya lo dijo su entrenador, Toni Nadal: "La sensación que tenían los rivales cuando jugaban contra Rafel en tierra era de que parecía imbatible. Los rivales se precipitaban y ahora somos nosotros los que tenemos dudas".

En el torneo de Montecarlo, donde ha ganado ocho veces, tuvo buenas sensaciones. Por primera vez se impuso a un 'top-ten' desde Roland Garros, David Ferrer. Previamente superó el escollo del cañonero John Isner y tuvo buenos momentos ante Novak Djokovic, pero solo le alcanzaron para perder por un doble 6/3. El Godó debía ser el torneo que tenía que marcar un punto de inflexión en su dubitativa trayectoria y corroborar todo lo bueno que exhibió en Montecarlo. La movilidad no fue la adecuada en su debut ante Almagro, en palabras de su tío Toni, y frente al anárquico Fognini volvió a las andadas, a su juego errático, a su derecha menguante y a su servicio sin chicha. "Si no quiero ser un jugador vulgar, mi derecha no tiene que ser vulgar", se confesó en la rueda de prensa posterior a su eliminación, en la que a punto estuvo de soltar unas lágrimas. No queda más remedio que aceptar o morir. Y acepto el reto porque quiero darme opciones para el futuro", añadió el campeón de catorce grandes, con semblante entre serio y preocupado.

Y tiene motivos para estarlo. En once años, Nadal nunca presentó peores números. Solo ha habido un año en que, a finales de abril, Nadal acumulara los mismos tropiezos que ahora, informa Efe. Fue en 2008, pero a esta alturas de la temporada ya había ganado 34 partidos -quince más de los que lleva en 2015-, venía de conseguir su cuarto Montercarlo y su cuarto Godó y había sido finalista en Chennai y Miami.

En 2005, el campeón de catorce grandes abandonó Barcelona con cuatro títulos (Godó, Montecarlo, Acapulco y Brasil), además de la final de Miami, con un balance de 35 victorias y 6 derrotas. En 2006, a estas alturas de temporada, presentaba sumaba 23 victorias y solo tres derrotas, tras proclamarse de nuevo campeón en Barcelona, Montecarlo y Dubai.

En 2007 conquistó su tercer Godó, los mismos que Montecarlo y su primer Indian Wells. Su balance de victorias y derrotas, a estas alturas de temporada, era de 28-5. En 2009, único año en que no ha triunfado en Roland Garros, su balance a finales de abril era de 33-4, en un año el que en los cuatro primeros meses de competición levantaría cuatro títulos: Abierto de Australia, Indian Wells, Montecarlo y Barcelona.

Una lesión en 2010 le impidió levantar su sexto Godó consecutivo, pero por aquellas fechas ya había ganado su sexto Montecarlo y había sido finalista en Doha, y preparaba su asalto al Master Series de Madrid con 21 victorias y solo cuatro derrotas.

En 2011 recuperaría el reinado en Barcelona y volvería a ganar en Montecarlo, además de ser finalista en Indian Wells y Miami. Treinta victorias y cinco derrotas hasta finales de abril. En 2012 repetiría en Montecarlo y Barcelona, además de final en Australia. Hasta llegar a Madrid, solo perdería cuatro partidos, por 27 victorias. Y en 2013 ganó en Sao Paulo, Acapulco, Indian Wells y Barcelona. Unos números que contrastan con los de ahora, que acrecientan las dudas de cara a Roland Garros. Sin duda, Nadal pasa por su peor trago.

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