­Partido sin historia el disputado ayer en Montuïri entre el equipo local y un Ferriolense que bajó los brazos demasiado pronto. El auténtico protagonista del partido fue Aitor, autor de un ´hat-trick´

y monólogo de un magnífico Montuïri que rozó la perfección en la primera parte y que, además de los seis tantos, contó con otras diez ocasiones de gol.

Dejó jugar el conjunto visitante, que pudo haber marcado merced a las oportunidades de Calero a los dos minutos, Rafita y Cano. A falta de goles, el Ferriolense destacó por su exquisita deportividad, lo que facilitó la labor del árbitro, que no tuvo ningún problema. A partir del minuto 58, y con los tres cambios ya realizados, el Ferriolense jugó en inferioridad numérica por la lesión de Orejuela. Con cinco goles en el bolsillo, los locales no se ensañaron con su tocado rival y únicamente le marcaron un gol más. El tercero de Aitor.