El contrato que une a Pedro Terrasa con el Real Mallorca en calidad de director general es completamente válido. Utz Claassen, consejero y accionista del club, se puso en contacto con DIARIO de MALLORCA el pasado domingo asegurando que el documento carecía de validez legal alegando que faltaba la firma de Llorenç Serra Ferrer. Sin embargo, este rotativo pudo comprobar ayer que esa firma figura en el documento junto a la del presidente del club, Jaume Cladera.

La llamada de Claassen se enmarca dentro de la guerra civil que se ha abierto en el seno del club. El alemán, un hombre muy cercano al máximo accionista y enfrentado a Terrasa, buscaba supuestamente erosionar la credibilidad del director general y accionista de la institución bermellona.

Claassen pretendía esgrimir este supuesto defecto de forma en el contrato de Terrasa en el Consejo de Administración que debía celebrarse ayer para pedir la destitución del director general. Un hecho sorprendente, teniendo en cuenta que hace algo más de una semana el empresario alemán pidió públicamente cerrar la crisis interna asegurando que Terrasa había declarado su "lealtad" al proyecto.

El alemán también aseguró que el nombramiento del director general y accionista el pasado mes de julio no se produjo por unanimidad de todos los consejeros. El acta de esa reunión demostraría lo contrario.