El Manacor crece. El conjunto rojiblanco, uno de los más modestos dentro de la Segunda B, dio ayer un paso más de cara a lograr la permanencia en la categoría al sumar su segunda victoria en la presente temporada gracias a su triunfo, justo, ante el Denia, un adversario en estos momentos directo para eludir el descenso. Los rojiblancos fueron ayer de menos a más y acabaron el partido siendo coreados por su incondicional público en Na Capellera.

La primera media hora fue totalmente para los levantinos. Es más, en el fatídico minuto 13 el colegiado castigó con una pena máxima al Manacor por un agarrón de Julio Huertas a un rival. Lo lanza Pau y lo detiene Gaspar. Aún así, el Denia lo seguía intentando y Gaspar de nuevo salva con sus intervenciones a su equipo.

A la media hora de partido el Manacor se despereza y empieza a trenzar jugadas. Un conjunto local que vio cómo en el minuto 21 el colegiado le anulaba un gol por un fuera de juego. Instantes antes de llegar al descanso, Llull y Nico hubieran podido adelantar a su equipo si sus ocasiones hubieran entrado en la portería. Sin embargo, no fue así.

En la reanudación, el Manacor se erigió como el gran dominador del juego. Las ocasiones rojiblancas se suceden frente a un oponente que, ya sea por confiado o por cansancio, no responde. En el minuto 60 nuevo gol anulado al Manacor y también por un fuera de juego discutido de Jaume Mut.

Fue en el minuto 65 cuando el veterano Xisco Barbón abriría el marcador gracias a un magistral lanzamiento de falta. El Denia buscó el empate pero se mostró inoperante en todas sus líneas. A diez minutos del final jugada espectacular de Campins que se va de todos los que le salen al paso y centra medido a la cabeza de Nico, que remata al fondo de la red. Era el 2-0, que a la postre fue el resultado definitivo.