Las fábricas niponas estñán presionando a los pilotos del Mundial de motociclismo para que corran el próximo 2 de octubre el Gran Premio de Japón. La Federación Internacional de Motociclismo (FIM) anunció que se celebrará a pesar de las quejas mostradas por los algunos pilotos, que preferían cancelar esta prueba tras el desastre nuclear en la central de Fukushima, situado a 125 kilómetros del circuito Twin Ring Motegi.

"Tomé la decisión de no ir a Japón hace mucho tiempo. No entro en las discusiones constantes sobre si ir porque ya he tomado mi decisión", dijo el mallorquín Jorge Lorenzo (Yamaha) hace una semana. "Yo no iré", dijo el australiano Casey Stoner (Honda). "Es mi opinión, la que tengo desde hace algún tiempo, no tanto como Jorge, he estado dándole vueltas pero no voy a ir. Estoy seguro de que muchos pilotos comparten la misma opinión", afirmó.

"Riesgo insignificante"

Sin embargo, la FIM no ha cedido a estas peticiones y el lunes confirmó que se disputará la cita japonesa porque "el riesgo de radiación durante el evento es insignificante". "La agencia ARPA, encargada de realizar el informe de la situación ha medido los niveles de radiación en todos los aspectos, como el aire, el ambiente y la comida", explicó la Federación Internacional, que "esta semana" dará a conocer el informe.