Julio Álvarez (Caracas, 1981) ha tardado muy poco en sacudirse la etiqueta que le definía despectivamente como un descarte del Almería. "La decisión de irme fue mía", aclara una de las sorpresas más agradables de la temporada. El domingo se enfrenta a su ex equipo y el venezolano volverá a tener enfrente a Hugo Sánchez, el entrenador que la pasada temporada le condenó al ostracismo. "No tengo ánimo de revancha", asegura.

– ¿Es éste el mejor Julio Álvarez?

– Es una situación buena en un momento de mi carrera maduro en el que me tomo las cosas con más tranquilidad. Pero no sabría decir si es mi mejor momento, porque he tenido otros muy buenos. Donde no he estado tan a gusto, como en Almería, no se me veía feliz en el campo.

– Es casi un milagro que se haya podido encontrar a gusto en un club que ha estado sumido en un caos institucional.

– Los jugadores hemos estado desconectados de todo eso. Se han producido situaciones incómodas, pero el equipo ha estado muy centrado.

– Javier Martí Asensio era muy criticado dentro del vestuario, pero al mismo tiempo fue la persona que le fichó. Para usted debió de ser extraño.

– Sí, lo fue. Pero también hay que decir que vine con el beneplácito de Gregorio Manzano, que ya me conocía como futbolista. Una vez dado el paso de venir, Martí Asensio no tenía mayor importancia.

– Los jugadores acusan a Martí Asensio de mentiroso. ¿En qué les mintió?

– Se comprometió con el grupo en temas de pagos y otros que tenían que ver con lo deportivo y lo personal y en nada cumplió. Intentaba cubrir una mentira con otra mentira y a la larga nos dimos cuenta de quién era. Su gestión no ha tenido ni pies ni cabeza. No es una persona que pegue con el Mallorca, ni con el mundo del fútbol. Pero ya se dice que quien ríe el último, ríe mejor.

– ¿Cómo era con los futbolistas en el trato personal?

– Era una persona demasiado allegada, intentaba ser demasiadso amistosa y se demostraba que no tenía mucho conocimiento de gestión de futbolistas. Al final todos esos abrazos y las palabras que te decía para regalarte el oído se quedaron en nada.

– En la isla muchos se preguntan cómo Hugo Sánchez dejó escapar a un futbolista como usted.

– Marcharme fue una decisión mía. Le dije a las personas de mi confianza que quería encontrar una solución al contrato que tenía con el Almería y tomé la decisión de irme.

–?Con la llegada de Hugo Sánchez usted pasó de ser titular a ser suplente. ¿Tuvo un enfrentamiento personal con él?

– No. El problema es que su manera de ver el fútbol no encajaba con mis características como jugador. Llegó y empecé a no entrar en las convocatorias. Al final de la pretemporada hablé con él y le dije que había decidido marcharme por el trato que me daba.

– ¿Cómo es el Hugo Sánchez entrenador?

–?Fue un gran futbolista y como entrenador lleva poco y aún no ha demostrado nada. A partir de ahora es cuando se le puede juzgar.

–?¿Le llegó a amargar la vida?

–?Amargado no es la palabra. Entrenaba al cien por cien, pero lo hacía para mí porque sabía que con el entrenador no iba a tener opciones de jugar.

– ¿Le va a saludar antes del partido?

–?Sí. No le guardo rencor.

–?Si marca un gol, ¿lo va a celebrar dando una voltereta en el aire?

–?[Risas]. No, muchos lo tomarían como vacile hacia Hugo Sánchez. Si marco lo celebraré con mis compañeros, pero por supuesto que lo celebraré.