Ruben Micael se aleja de Son Moix. El Nacional de Madeira, equipo en el que milita el mediapunta portugués, ha elevado sus pretensiones económicas en las últimas horas y no dejará salir al futbolista por menos de 2,5 millones de euros, una cifra que el club bermellón no puede asumir.

El consejero delegado del Mallorca, Javier Martí Asensio, puso el miércoles sobre la mesa un millón de euros, una cantidad que ya hubiera supuesto el mayor desembolso de este verano por un futbolista. Sin embargo, la excelente actuación que Micael firmó el pasado jueves en el partido de clasificación para la Liga Europa frente al Zenit revalorizó automáticamente su caché. El presidente del Nacional, Rui Alves, que el jueves por la mañana se había mostrado abierto a aceptar el millón de euros que le ofrecía el Mallorca, ha elevado su demanda a más del doble.

Martí Asensio no accederá a las pretensiones de Alves, habida cuenta de que la situación financiera de la entidad es muy delicada. Y el Nacional de Madeira no tiene intención de vender a su futbolista de referencia para afrontar con garantías la competición europea.

El cincuenta por ciento de los derechos del luso son propiedad de un equipo de la Segunda División portuguesa en el que Micael había jugado hace dos temporadas, por lo que el Nacional de Madeira sólo recibiría la mitad del traspaso. Ésa es otra de las razones que ha esgrimido Rui Alves para elevar el precio del mediapunta.

Mientras, en Portugal aseguran que Ruben Micael está frustrado porque su club está impidiendo que juegue en la Liga española con el Mallorca. Micael, de 23 años, cobra además la ficha más baja de toda la plantilla y el Nacional no se muestra dispuesto a subírsela.

El mediapunta luso se ha destapado como un gran jugador en los últimos meses. Marcó siete goles en la Liga de su país. En los dos partidos de clasificación contra el Zenit sumó otras dos dianas y dio tres asistencias de gol. En Portugal se asegura que no tardará en unirse a la selección nacional.