El reciclaje es necesario para favorecer un mundo más sostenible. Las pequeñas acciones cotidianas, como separar los productos que ya no tienen una vida útil para nosotros según su material, son las que marcan el futuro de nuestro entorno. Pero no todo es tirar al contenedor las revistas o los envases que no usamos. Alejandra Epifani hace del reciclado un producto refinado y con criterio. Desde Cartonpia, su marca personal, se centra en el papel reciclado, los periódicos, revistas y folletos; en dotarles de una nueva y glamurosa vida en forma de joyas y complementos. Formada en diseño industrial, estos estudios están especializados en todos los productos que sean susceptibles de ser realizados a pequeña, mediana y gran escala. "Todo aquello que pueda usado por una persona. Desde un cubierto hasta un tren. Es tan amplio que cada uno se va especializando en una rama", tal como explica Epifani.

Durante un periodo de tiempo, la diseñadora dejó aparcada su vocación, pero tras años sin diseñar, Alejandra decidió volver a su pasión y trabajar por su cuenta. "Quería diseñar y fabricar para mí mis propias piezas. Cuando lo retomé fue como volverme a encontrar con una disciplina que estuvo ausente en mi vida más de diez años", comenta. Tras una larga búsqueda introspectiva, encontró los productos reciclados y Cartonpia cobró vida. "Me llamaron mucho la atención, pero el concepto que solía ver no acababa de dejar bonito el producto. Quería aportarle mejor presencia al reciclado", comenta la responsable, a quien también le atrae la carpintería y tiene experiencia en el mundo de la joyería. Eran tres caminos que se juntaron en la carrera de Epifani para conformar su propia marca.

Numerosas pruebas

"Empecé haciendo muebles de cartón. Pero era demasiado grande, muy voluminoso para trasladarlo y me aburría el color", explica. "No quiero pintar los productos reciclados, quiero explotar sus características", añade. En esta primera fase de producción, Epifani notaba que todo era de color cartón y monótono, así que empezó a explorar el mundo de la joyería y encontró las posibilidades de color, texturas visuales y procesos que le gustaban. "Fue un largo tiempo modificando el papel y haciendo pruebas. Me centré en técnicas y en fabricar mi material. No tengo límites. Ni de colores, ni de tamaños, ni de formas", argumenta la artista. Hay una parte de ecología, un retorno del papel a ser madera. El papel prensado y moldeado recupera la textura y solidez de la madera. Todo con cajas de cartón de cereales, cervezas, juegos infantiles, tapas de libros, revistas e incontables materiales más. Mezclas de mil colores que conforman texturas únicas.

La primera técnica que adquirió y perfeccionó fue la modificación del papel prensado mediante herramientas de carpintería. Como el contrachapado clásico, pero con un criterio artístico. La segunda fue la realización de bobinas con papeles seleccionados, que posteriormente se cortan y aparecen una infinidad de matices y vetas de las capas que contiene.

Texturas visuales

De esta manera se dibujan texturas visuales muy interesantes. Las bobinas se cortan a rodajas y se trabajan. De ellas resultan piezas circulares y ovaladas, ideales para realizar collares o pendientes. También trabaja con hilos surgidos a partir de páginas de diarios, que simulan la lana, o cintas de cartulinas que se enrollan y crean gamas de colores circulares. Todo un rompecabezas creativo que acaba convirtiéndose en productos acabados con un aspecto óptimo.

Fabricar el material y modelarlo. Doble trabajo. "Es precioso", exclama la protagonista, que trabaja en diferenciar el diseño. "Quiero dotar al reciclado de buen aspecto. Con un buen acabado", añade. Salir del reciclado convencional, ese es el objetivo de la artista.

Y aunque existan prejuicios sobre el material, es resistente y sólido. Se pueden mojar como se puede mojar un accesorio común. Pero que esté hecho de papel no quita que por ello no sea perdurable.

El valor de Cartonpia está en la capacidad de convertir un objeto tan común como el papel y darle una vida útil como la de una joya. En rescatar el material, fabricarlo y modelarlo hasta conseguir joyas impactantes y refinadas. También en tener el criterio para seleccionar cada una de las capas de papel que conformarán un todo en un artículo cuidado y bonito.

Alejandra Epifani ve diseños y colores en sitios tan comunes como un diario. Y los devuelve a su estado natural de madera. Toda una delicatessen del reciclaje.