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Crítica de teatro

Sa Boira, así que pasen 30 años

Yerma de Federico García Lorca

Yerma de Federico García Lorca

Compañía: Sa Boira (ONCE)

Teatro Principal de Palma, día 20 de noviembre

El pasado lunes el Teatro Principal se transformó en el lugar de celebración de un cumpleaños muy especial. El grupo "Sa Boira" de la ONCE cumplía su treinta aniversario de trabajo escénico. Bajo la dirección de Adolfo Díez y Bernat Pujol, el grupo iniciaba su andadura en 1987 con dos clásicos, una selección de Pasos de Lope de Rueda y de Entremeses del siglo XVIII. Los actores tenían una característica que los convertía en especiales: tenían problemas de visión en grados muy distintos. Aún así, esto no fue un obstáculo para que los actores amateurs del grupo realizaran un trabajo minucioso al tiempo que riguroso.

Desde ese día, "Sa Boira", actualmente dirigido por Bernat Pujol y Mateu Fiol, ha seguido una trayectoria constante y, por qué no decirlo, arriesgada en sus propuestas teatrales. El repertorio es una buena muestra de ello al alcanzar a autores españoles contemporáneos, clásicos griegos, autores baleares costumbristas y nombres que imponen un enorme respeto a directores y actores como son Shakespeare, Molière y García Lorca. Justamente Lorca ha sido el autor elegido para celebrar estos treinta años de incesante trabajo que le valió en 2013 el Premio Max para grupos aficionados.

Es este punto de partida desde el que queremos realizar una crítica muy particular de la propuesta escénica de Yerma. A través de unas constantes estéticas definidoras del grupo y de uno de sus responsables, Bernat Pujol, Sa Boira nos ofrece el texto de García Lorca enmarcado en un espacio prácticamente vacío y sólo ocupado por una estructura que "aprisiona" a los personajes en momentos muy concretos de la acción. En este espacio se desarrollará una tragedia con interpretaciones desiguales como no podía ser de otra manera. Y decimos que no podía ser de otra manera no como un aspecto negativo, bien al contrario. Los participantes del grupo se renuevan y amplían cada año, obligando a los directores a empezar casi desde el principio todo el proceso de preparación de unos actores vocacionales y cumpliendo, realmente en un tiempo récord, el objetivo del grupo que sigue siendo el mismo que en su inicio: la rigurosidad escénica.

Así, la valoración crítica del montaje que sirvió para celebrar el 30 aniversario del grupo no puede ser más que de reconocimiento de un trabajo bien hecho en el que la complicidad entre actores y equipo de dirección es más que evidente. Yerma va a ser un montaje de alto riesgo por la poesía que desprende, por los matices del personaje central y por la tentación de caer en una puesta en escena previsible para las audiencias, cosa que no sucede. Por todo ello, felicitamos a "Sa Boira" en treinta aniversario deseando que, como cantó el público que llenaba el Teatre Principal, "cumpla muchos más".

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