El escritor José Carlos Llop se estrenará el próximo viernes día 6 en la literatura teatral dando voz por primera vez a Catalina Homar, la amante más popular del Arxiduc. El monólogo se representará en la Sala Gran del Teatre Principal los próximos días 6, 7, 13 y 14. En la pieza, protagonizada por Catalina Solivellas y dirigida por Rafel Lladó, se recrea la personalidad de esta mujer, "que no fue como las de su época", "además de ser un retrato en negativo fotográfico de quién fue el Arxiduc, aportando una visión más cotidiana del mismo", apunta el articulista de este diario. Asimismo, el espectador encontrará en La nit de Catalina Homar una teoría sobre el amor y el sexo y una crítica social a su tiempo o la explicación de la complicidad entre ambos personajes a partir de sus diferencias. "Él fue un raro en la corte de Viena. Huyó de allí para hacer su mundo en el Mediterráneo. Y Catalina huyó de Valldemossa [sin huir físicamente] inventándose una vida completamente distinta a la de sus contemporáneas", explica el autor, una de las plumas más destacadas de la isla. "A Homar todo el mundo le ha puesto la lengua encima y ha hecho interpretaciones sobre su persona, pero ella nunca ha hablado. Y pensé que sería hermoso hacerle hablar y que ella nos dijera qué pensaba de su época, de su vida, del Arxiduc y de su relación", relata Llop, quien puso punto final a este texto hace dos veranos.

Para Catalina Solivellas, tanto el Arxiduc como su amante "son unos outsiders". "Él era un hippy y ella, como he dicho, una outsider que lo tenía todo en contra", sostiene. "Venía de una familia pobre, era mujer y consiguió rentabilizar la finca de s´Estaca o promocionar y ganar premios para los vinos de malvasía", señala. "Ahora le vamos a hacer un poco de justicia", apunta. Para la actriz, que regresa a la sala del Consell después de 30 años, el texto de Llop es "postdramático, porque no tiene las medidas o reglas aristotélicas, y poético", un reto maravilloso para la interpretación.

El escenógrafo y director Rafel Lladó, oriundo de Valldemossa y conocedor del tabú que todavía supone hablar de Homar en el pueblo, explicó que en la pieza Catalina habla desde la muerte. "Ella ha estado durante todos estos años como un fantasma viendo todos los cambios sociales y morales de Mallorca", comenta. "Ella tiene una auténtica autoridad moral cuando habla y ve injusta la manera en cómo se la ha tratado históricamente", apunta. "Por eso, en la obra se tira de las orejas a ciertas actitudes de una sociedad que se queda con lo que se dice y no va más allá", agrega.

La única fuente escrita donde se retrata a Catalina Homar es el libro que el propio Arxiduc escribió sobre ella. "Es un texto hipócrita donde él casi no la describe y únicamente la identifica con el paisaje y las costumbres de ese paisaje", sostiene Llop. "Y eso debió ser triste para ella", agrega. Pese a ello, el autor cree que Homar no llegó a estar enamorada del aristócrata, "aunque sí está claro que hubo una relación de complicidad". Para el escritor, Catalina Homar fue sobre todo "dueña de su destino y una mujer que supo tratarse bien a sí misma y a los suyos". Respecto a la ignorancia deliberada que ejerció el aristócrata sobre la mallorquina durante siete años, Llop cree que tiene relación con lapersonalidad neurótica del Arxiduc, "de niño malcriado que le impidió entender todo el mapa porque él usa el mapa para mirarse a sí mismo desde un punto exagerado de narcisismo".

El monólogo, con vestuario de Cortana, aporta pinceladas de lo que era el teatro moral y de costumbres de una época sin una conciencia libre marcada por el clero y el feudalismo como estructura social.