Los clásicos son los que continúan iluminando el trabajo de Javier Gurruchaga. "No me canso de ver a los Hermanos Marx, a Chaplin, a Buster Keaton, a Jerry Lewis o a Dean Martin", confiesa. "Con los monólogos de ahora no conecto", apostilla. El 30 de septiembre estrenará un musical sobre Merlin y las leyendas artúricas.

P 40 años de andadura con La Orquesta Mondragón. ¿Están donde querían estar?

R Sí. Seguimos en la carretera. Continuamos haciendo lo que nos gusta, hemos publicado disco nuevo, de duetos, y yo sigo alternando la música con el teatro y el cine. Tengo 59 años, estoy muy a gusto y sigo con las botas puestas.

P ¿Cómo ha sido la convivencia con un país como España?

R Ha ido bien. España es un país muy nuevo en algunas cosas y que en otras es muy viejo, antiguo y reaccionario. Es un país de contrastes y rico culturalmente. Para nosotros ha sido interesante recorrer todas las provincias españolas. Tengo un gran recuerdo en general. Es cierto que el rock no nació aquí, sino que viene de EE UU e Inglaterra. Pero no creo que en esos países estén mucho mejor que nosotros. Aunque es verdad que seguimos teniendo una gran crisis y que el IVA cultural sigue siendo de los más altos, hecho que incide directamente en que nos arriesguemos menos.

P El riesgo en la televisión es menor que en cualquier otro espectáculo. Usted dejó la tele.

R La televisión española es conservadora y está muy politizada. Todas las teles tienen encima la bota de quien las dirige. La tele ha vivido un retroceso enorme. Hemos avanzado mucho en redes sociales y en comunicación, pero con la televisión se ha retrocedido. Con las redes a veces se generan debates interesantes, pero en ocasiones invaden el respeto, la intimidad, la convivencia y la democracia. Hay aspectos fascistas en las redes sociales.

P Está surgiendo el debate de poner límites. ¿Qué opina al respecto?

R Hay como una nueva Inquisición de lo políticamente correcto en las redes. A veces se huele cierto tufillo€

P ¿Teme que esa corrección política le conduzca a dejar de cantar ciertas canciones?

R Mira, te contaré una anécdota. En una entrevista que me hicieron el periodista me preguntó si iba a seguir cantando la canción de las obesas. Y yo le dije, "¿las obesas? Te referirás a la canción Ellos las prefieren gordas". Si nos ponemos así de políticamente correctos, se van a prohibir las obras de ficción de Michel Piccoli, de Berlanga, de Flaubert, de Zola, de Casanova€ ¿Habrá que quemar Lolita de Nabokov? Vivimos en un mundo un poco Goebbels donde cada vez hay menos libertad. También estamos viviendo una guerra santa terrible. Basta ver lo que ha pasado en Barcelona, París, Londres€ Estamos yendo para atrás.

P ¿Está enfadado?

R Estoy cansado. Por otra parte, artísticamente tampoco me están llegando novedades que me impacten y veo que hay un menor compromiso de la gente joven. Veo en ellos bastante pasotismo cuando este sistema pide más compromiso. Los comprometidos estamos más solos que nunca. Ahora está todo el mundo aislado con su iPhone. El panorama es desalentador.

P¿Usted tiene miedo?

R Claro que lo tengo. No nos engañemos. Pero creo que después de lo que está sucediendo con el terrorismo hemos de llevar la vida más normal posible y no achantarnos a una violencia que haría que viviéramos al gusto de otros y no al nuestro y nuestros valores. Yo he cantado a favor de la paz en mi País Vasco natal. Y pienso que no podemos dejar de vivir con nuestra cultura, que en el caso de España y el Mediterráneo es mestiza en realidad. Durante muchos siglos hubo una convivencia pacífica entre judíos, musulmanes y cristianos.

P Si ahora tuviera que montar una banda y beber de referentes culturales recientes, ¿a qué sonaría?

R No lo sé. Cuando empecé veía The Rocky Horror Picture Show, escuchaba los Beatles, Bowie, iba a Londres, me compraba discos y libros. Trabajaba en un banco y tenía dinero para hacerlo. Ahora veo y escucho cosas más clásicas: Ionesco, por ejemplo. O me interesan autores americanos como David Mamet. Las películas de ahora de monstruos me parecen horribles y vulgares. David Lynch me gusta, pero no es un nuevo creador, tiene 71 años.

P ¡Que viene Trump! es uno de sus nuevos temas. La última polémica que ha alimentado es la de Charlottesville. ¿Cree que quienes le votaron ya están arrepentidos?

R En 7 meses, nada de lo que prometió se ha cumplido afortunadamente. Los que mandan y están detrás de él no le han aprobado nada. Y me alegro enormemente. Trump es un payaso y un fascista. Los únicos apoyos que tiene son los supremacistas y el Ku Klux Klan. Habla de muros, de transexuales, etnias y religiones. Semejante disparate desde Nerón no se había conocido. Como dijo un político, es un tonto que no sabe que es tonto. Este tío está generando odios, enfrentamientos, es un monstruo.