Guillem March, (Palma, 1979) no puede parar de dibujar. Sobre la mesa de su estudio, recién llegado de Estados Unidos, el número 985 de la serie Action Comics de Superman que ha dibujado. El próximo mes de enero se editará The dream, un álbum que firma junto al prestigioso guionista belga Jean Dufaux para Dupuis. La obra se presentará en Angulema, el festival de cómic más potente de Francia. Mañana a las 19,00, inaugura Summer Muse en Spaint de la calle Can Sanç,13 de Palma. La exposición está formada por dibujos del natural que también aparecerán en un libro que se publicará a final de año con Diábolo.
Un punto de improvisación
"Todo es más sencillo de lo que parece", dice sentado en la mesa de su estudio en el Parc Bit. La perspectiva de pasar varias horas en la playa sin nada que hacer le dio la idea de llevarse material de dibujo y retratar a su mujer y a sus amigos "por hacer algo mientras estaba allí", explica. Sin embargo, March no podía hacer un boceto rápido sin más: "Cuando empiezo quiero que el dibujo tenga un poco de entidad. No sé por qué me pasa. Quizás es una obsesión por producir o por hacer cosas que tengan una estética agradable y eso requiere más trabajo", reflexiona. El nivel de exigencia aumentó en cuanto supo que haría una muestra. También surge un compromiso con las personas que se dejan retratar: "Que haya un proyecto detrás lo dignifica, le da un sentido. Se establece una fecha límite, sabes porqué lo estás haciendo; acotas el tema". Todo esto le ayuda mentalmente porque "soy muy metódico y no puedo hacer dibujos al tuntún y ya volvemos a lo de la productividad. Necesito saber que aquello servirá para algo y si sé que la gente los verá, los dibujos serán mejores". Sin embargo, también ha habido algo de improvisación y de casualidad: "Hace dos meses no me hubiera imaginado haciendo dibujos de chicas en la playa. Está en el otro extremo de mi zona de confort que es la mesa de mi estudio. Es cierto que yo me he puesto el objetivo, pero ha habido una parte de todo esto en la que me he dejado llevar", dice.
La obsesión del cómic
Con Summer Muse March ha podido dejar el estudio para componer dibujos del natural que resolvía en media hora como máximo. Algo muy diferente ocurre en el estudio: "Pasas doce horas sentado en tu mesa, haciendo tu página diaria y es una monotonía brutal. Es sacrificado y tiene un punto obsesivo". Historietista versátil, March alterna encargos en dos mercados del cómic muy potentes, pero diferentes en estilo y público: el estadounidense y el francés. Para DC Comics ha dibujado a Batman y a Catwoman. Ahora se acaba de estrenar con Superman: "Esta serie lleva 80 años en el mercado americano con ella se inició todo, es la joya de la corona del mundo del cómic de superhéroes". Y allí está su nombre sobre la portada del número 985 de Action Comics.
El último año lo ha dedicado a The dream, álbum del belga Jean Dufaux. La oportunidad de trabajar para Dufaux surge después de dibujar Monika de Thilde Barboni, también editado por Dupuis. Poner en marcha proyectos propios en los que ilustre y escriba es un objetivo cada vez más cercano, aunque dice que su faceta de guionista está desentrenada. Por otro lado, tampoco quiere descuidar su sólida trayectoria como dibujante: "No quiero dejar de trabajar con otros guionistas, sobre todo si son de prestigio. Me gustaría compaginar las dos cosas para no aburrirme".
