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Entrevista

Francisco Valero-Terribas: "Me he formado como instrumentista pero mi vocación siempre ha sido dirigir"

El maestro valenciano llevará mañana la batuta en 'Història d'un soldat' que se representará en Es Baluard

El maestro Francisco Valero-Terribas (Valencia, 1975).

Hace ocho años que debutó como director de orquesta y ha sido reconocido como "una auténtica revelación" por su aplaudida participación en algunos de los concursos y festivales especializados de mayor prestigio internacional. El maestro Francisco Valero-Terribas (Valencia, 1975) llevará la batuta del último concierto Simfònica en petit que mañana a las 12 horas interpretará en el museo Es Baluard Història d'un soldat del compositor ruso Stravinsky. La pieza musical se complementará con una escenografía y representación actoral en pequeño formato a cargo de Miquel Àngel Torrens, Albert Mèlich y Enka Alonso.

-¿Qué nos puede contar de esta Historia d'un soldat

-Es una obra muy complicada porque es lenguaje puro de Stravinsky. Es una historia universal que se puede contar una y mil veces porque además de su parte poética tiene su parte de reflexión, de crítica política. Es una historia infantil apta para todos los públicos. Es un espectáculo teatral de mucha calidad y los siete músicos de la OSIB son primeros atriles que harán que el espectáculo sea de primer nivel.

-De músico de la Simfònica a llevar ahora la batuta.

-Mis primeras experiencias en orquestas sinfónicas fueron en Balears, por eso, tengo un cariño especial a la OSIB porque durante varios años estuve de colaborador instrumentista y también estuve una temporada completa cubriendo una vacante. Conozco bien la institución, a algunos de los compañeros y también viví muy de cerca los graves conflictos en los que procuré dar apoyo moral y físico porque estuve en el concierto de protesta. Estoy muy contento de que la situación haya cambiado y que tenga un proyecto estable, sólido y ambicioso.

-¿Cómo suena la OSIB según Francisco Valero-Terribas?

-La Orquestra Simfònica es una orquesta que tiene un nivel extraordinario y se caracteriza por haber realizado programas ambiciosos. Las últimas incorporaciones han confirmado el grado de solvencia que tiene la orquesta. Aunque la situación ahora es de estabilidad no es de idoneidad y, por tanto, espero que se la dote de todos los medios necesarios.

-¿Cómo surgió cambiar el clarinete por la batuta?

-Si soy sincero es algo que siempre he tenido en la cabeza desde la infancia. Me inicié como clarinetista pero mis primeros contactos con la música fueron gracias a la sociedad musical de mi ciudad y cuando descubrí la figura del director fue algo que me cautivó. Aunque me he desarrollado como instrumentista de clarinete siempre he tenido la vocación de dirigir. Y digamos que también he considerado que dirigir no debía ser el fin último. Siempre he considerado muy importante ser un músico en su palabra integral, no simplemente un director. Me ha gustado formarme como instrumentista en muchos ámbitos, también en la docencia y en la dirección es donde he encontrado mi camino. Sin todos los años de experiencia como músico e instrumentista no sería posible desarrollar mi labor como director.

-¿Qué le debe a su instrumento, el clarinete?

-Le debo muchísimo porque es un instrumento que tiene unas posibilidades amplísimas, tiene un vasto repertorio y te permite acercarte de manera muy real a muchos tipos de música diversos. Las posibilidades que da el clarinete han contribuido mucho a mi formación musical.

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