Ara Malikian (Beirut, 1968) ofreció ayer el primero de los tres conciertos programados en el Trui Teatre para este fin de semana, todos con el cartel de "entradas agotadas". Un hecho que no sorprende al autor de La increíble gira del violín, que empezó en el foso, cuando contaba siete años, y que se convirtió en un fenómeno popular en cuanto decidió subirse a los escenarios.

"Uno siempre se alegra cuando ve el teatro lleno, algo que, la verdad, está pasando por todas partes. Para agradecérselo al público, lo daremos todo en Palma", señaló ayer este músico que se transforma en un saltimbanqui en cuanto agarra su violín.

Su actuación se centra en los temas de su último disco, La increíble historia de Violín, y durante la misma relata "por dónde ha pasado el instrumento, quién lo ha tocado y qué ha vivido", además de interpretar obras de Chopin, Paganini, Mozart, Led Zeppelin, Bowie o Jimi Hendrix.

"¿Qué tienen en común Mozart y Hendrix? La genialidad. Musicalmente están separados por tres siglos de historia y sus estilos son distintos pero en ambos casos son grandes músicos que emocionaron en su tiempo y continúan haciéndolo", afirmó.

Aunque en este espectáculo el humor no se erige en protagonista, Malikian reconoció que "siempre ha sido parte fundamental" en su vida. Un humor que le sirve para conectar no solo con el público adulto, también con el infantil, que le adora, quizá al advertir cómo trata, sin reverencia, a la música clásica.

En el Trui Teatre ayer se pudo ver a niños músicos, quizá algunos de ellos futuros violinistas profesionales. "Para tocar el violín se necesita amar el instrumento y, sobre todo, estar preparado para el sacrificio. Para poder vivir del violín hay que dedicarse a muchas horas de estudio, de entrega, de pasión y energía. También hace falta suerte y algo de talento", subrayó.

En su opinión, hay una cosa más importante que la técnica, que la perfección, a la hora de ejecutar un instrumento, sea cual sea, y eso "es la emoción. Si con la técnica uno no expresa, la música se queda a medias".

Malikian, que se inspira en todo tipo de músicas, también en la mallorquina -"Joan Valent es uno de mis muchos amigos de la isla"-, gira por el mundo sin descanso, a razón de más de 300 conciertos al año, algunos en Estados Unidos. "Trump me incomoda y me preocupa, por lo que dice y por su falta de respeto a los diferentes, a gentes de otras creencias y religiones. Tarde o temprano se irá, pero espero que no haga mucho daño mientras esté".

El músico, que siempre ha recordado que él también fue "un refugiado", cargó contra la gestión ante esta crisis. "En cualquier lugar habría que informar que los refugiados no son una amenaza para nuestra vida diaria. No son terroristas ni nos quitarán nuestro trabajo y seguridad. Son seres como nosotros que han perdido su trabajo, su familia, su casa, lo han perdido todo porque están amenazados".