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Crítica de teatro

Hasta la cocina

Tarde o temprano, tenía que ocurrir. Diabéticas Aceleradas ya habían coqueteado con la gastronomía autóctona (he ahí sus Matanceres, que continúan siendo inolvidables) y el aluvión de espacios televisivos culinarios que padecemos resulta tan abrumador, que supera a cualquier otra materia posible objeto de chanza, así se trate de cotilleos de los famosos, de pactos entre políticos o del cambio climático. Elección sugerente, en cualquier caso: la cosa puede dar bastante de sí (incursiones de celebridades incluidas, como ocurre en Gran Buffet) y de paso sirve para reivindicar las delicias insulares.

Así que Pep Noguera y compañía se instalan en un bar de la plaza de las Columnas de Palma, regentado por tres hermanas bien mallorquinas, como escenario de los ´sketchs´ que integran este Gran Buffet. Pervive la gracia irreverente de Diabéticas, sus "play back" y unas pocas alusiones críticas al entorno. Hay, en cambio, contados momentos de chispa: se percibe un cierto desaprovechamiento de personajes y de situaciones y, en cambio, bastantes reiteraciones y tópicos, así como descensos del ritmo; sobre todo, entre los capítulos que, según el modelo audiovisual, jalonan la representación.

Me alegro un montón de que el Trui Teatre luciera este domingo a rebosar de espectadores, que se lo pasaron estupendamente. Pero me temo que ese aforo, tan amplio, no es del todo el más idóneo para las Diabéticas, que se caracterizan, justamente, por las distancias cortas, por el tú a tú con el público, que es, probablemente, donde juegan sus bazas más atractivas. Buen trabajo actoral, por otro lado, de los tres intérpretes.

Gran Buffet (Ca Ses Brutes)

Trui Teatre (Palma)

**½

Creación: Diabéticas Aceleradas. Dirección: Tomeu Canyelles. Intérpretes: Mateu Berga, Pep Nogera y Miguel (Casta).

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