Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Crítica de cine

Muriendo en el filo de la piedra

Hay mil formas de revisar los clásicos. Con fidelidad o locura, ajustándose al fondo o la forma, saltando fronteras o siglos. Paula Ortiz mantiene diálogos y versos literales de Bodas de sangre actualizado, con muchísimo riesgo creativo, la forma.

El texto mantiene su fondo, la tragedia. Un triángulo amoroso condenado al fracaso por un entorno físico hostil y un sustrato humano cerril. "La culpa es de la tierra" sostiene la novia en un intento de justificación. Es una circunstancia más. Lo que mostró Lorca, con excelsa sensibilidad, es que siendo o no hostil la tierra, mayores o menores los recursos económicos, los humanos se empeñan en destruirse por una mala traducción de los términos familia, posesión, amor. Por un patriarcado nada igualitario, con las mujeres sin apenas voz.

La forma mantiene símbolos de Lorca (la luna, los caballos, la sangre, los metales afilados), añadiéndoles el cristal. En la fotografía hay una influencia demasiado evidente de Terrence Malick. Jugando con el concepto de que el argumento es universal, no limitado necesariamente a Andalucía, se ha rodado en Capadocia y Aragón. La banda sonora, otro salto sin red, es de Shigeru Umebayashi, habitual de Wong Kar Wai. Intercalada con temas patrios y una versión traducida, en el momento cumbre del filme, del Take this waltz de Cohen. En el reparto las mujeres, Inma Cuesta, Luisa Gavasa o Consuelo Trujillo, están inmensas. Los dos hombres, Etxeandía y García, sensibles también pero más encorsetados. García Lorca sigue siendo por mérito propio uno de los referentes de nuestra literatura. Esta adaptación es un justificado, merecido y potentísimo visualmente refresco de su vigencia.

La novia

Nacionalidad: España, Francia, 95 min. Director: Paula Ortiz. Actores: Inma Cuesta, Asier Etxeandía, Alex García, Luisa Gavasa. Cines: Augusta.

Compartir el artículo

stats