Las conclusiones redactadas en la Memoria del proyecto de intervención arqueológica en el Arxiu del Regne de Mallorca, firmadas por el arqueólogo Mateu Riera, contratado por el ministerio de Cultura, son claras: "Se aconseja plantear un proyecto que afecte lo mínimo al subsuelo y que evite destruir las estructuras arqueológicas existentes. Por tanto, es de sumo interés prever un proyecto donde se pueda modificar la colocación de los nuevos cimientos".

Todo indica que el ministerio de Cultura, y subsidiariamente, la conselleria, ignoró el consejo de unos profesionales que fueron contratados por ellos. Si la pasada semana, el informe técnico de la ponencia de Patrimonio, tras examinar la memoria de Riera, no hubiera suspendido la tramitación a falta de un "proyecto de intervención arqueológica", la reforma del Arxiu del Regne de Mallorca hubiera dado comienzo una vez hubiese concluido el traslado del fondo documental del mismo al Parc Bit.

La gravedad es extrema dado que la restauración prevé levantar un nuevo edificio en la trasera del patio de la que fuera Casa de Cultura, hoy Arxiu, un solar susceptible de contener importantes y valiosos restos arqueológicos.

El inicio de la reforma del Arxiu, previsto para el primer trimestre del 2010, iba a proceder con unas catas arqueológicas "incompletas", pese a que en las mismas ya se "revela la presencia de restos interesantes", indica el informe técnico de Patrimonio, firmado por Helena Inglada.

El ministerio tiene asignados 13.354.064 euros para la nueva sede del Arxiu del Regne de Mallorca, de los que 53.819 euros, estaban destinados a la partida de Arqueología y Estudios Previos. El proyecto fue asignado a Sergio de Miguel García (SDM Arquitectura S.L.P.). La cartera de Cultura, a través de su gabinete de comunicación, aún no ha facilitado respuesta alguna, pese a haber sido solicitada desde la semana pasada.

Los primeros sondeos

La empresa Patrimoni Arqueológic i Cultural SL fue la encargada de efectuar los sondeos o catas arqueológicas entre julio y octubre de 2006. Un mes después de concluidos los trabajos, Mateu Riera entregó la memoria.

De las cuatro catas realizadas, "sólo en dos de ellas se pudo llegar al terreno natural". En puridad, se vaciaron unos 40,95 metros cuadrados en una planta de 450 metros cuadrados. Incluso, tal y como se desprende de la memoria, en algunas de las catas sólo se bajaron unos 20 o 30 centímetros "porque se agotó el presupuesto". De esta menera, sólo el 10 por ciento del subsuelo del inmueble ha sido objeto de una prospección y, "en muchos puntos, no se ha agotado el nivel fértil".

Pese a haber trabajado sólo en un diez por ciento del área, los restos encontrados son interesantes. "Una de las principales conclusiones que se pueden extraer de las investigaciones realizadas se centra en la demostración de la riqueza arqueológica del subsuelo de la Casa de Cultura. Una riqueza que abarcaría una orquilla cronológica que iría desde época romana hasta nuestros días", reza el informe.

Destacan estructuras de la época islámica, (siglo XI) y modernas, del siglo XVIII. La información que desvelan los materiales hallados en distintos estratos de vertedero –siglo XII, XIII, XV, XVIII y XIX–.

Riera concluyó en su memoria, en atención a las directrices de Patrimoni del Consell, excavar en todo el subsuelo afectado por la obra como paso previo a la construcción.

Ni el promotor del proyecto, el ministerio de Cultura a través de su Gerencia de Infraestructuras y Equipamientos, ni la conselleria de Cultura ni el Ayuntamiento, entidades con quienes el ministerio actuó en coordinación, hicieron caso del arqueólogo. con la conselleria de Cultura del Govern balear y el Ayuntamiento de Palma.