Más de cincuenta cerámicas y un botón de hueso datados aproximadamente en el 1.500 a. C. conforman el botín de los arqueólogos en la primera semana de campaña en s´Hospitalet Vell (Manacor).

Hallazgo excepcional también el de dos troncos carbonizados, no se sabe aún si por el paso del tiempo o por un incendio, que junto a ramas, bolas de barro y piedras constituían el techo de la naveta que horada e investiga el equipo capitaneado al alimón por Magdalena Salas y Damià Ramis. Los leños los consolida in situ el restaurador Bernat Burgaya mediante un líquido llamado Primal, un derivado del látex. Antes de este proceso recoge una muestra para analizar. Todo con el fin de datarlos, pues no es habitual que se conserven.

La cerámica hallada no está entera, "todo son fragmentos y bordes de piezas típicas de la Edad de Bronce, como toneles u ollas globulares", señala la codirectora de la excavación y responsable del Museu d´Història de Manacor, Magdalena Salas. Un botón triangular de hueso que solían llevar en la ropa los hombres prehistóricos de esta época ya está en las dependencias del centro, donde limpian, consolidan e investigan el material encontrado.

Debajo del techo que se derruyó –aún no se conocen las causas–, hay un nivel de tierra anaranjado que es barro disuelto. Salas tiene la "sensación" de que la vivienda prehistórica no ofrecerá niveles arqueológicos potentes. "Puede que se trate de una naveta vacía o que a causa de un incendio u otra razón la tuvieran que abandonar", añade. En el ábside de esta edificación prehistórica, los investigadores ya alcanzan la roca madre. "En este trozo no hay nada. En los años ochenta ya hicieron una cata", prosigue la codirectora.

La naveta campo de estudio es la tercera excavada en todo el poblado y la primera que el equipo investigador del Museu de Manacor destapa. Anteriormente trabajaron allí los arqueólogos del Museu de Mallorca. La vivienda mide 18 metros de largo por cinco de ancho. Adosada a ella hay otra construcción gemela, cuyas estructuras ya pueden reconocerse. Sería la cuarta naveta. "Hay más en toda la finca, los muros salen a la superficie. Sin duda, se trataba de un poblado entero", explica. La zona de las navetas está muy arrasada por las labores agrícolas que antaño se realizaban, "pero aún queda sedimento. Por otro lado, creemos que los hombres talayóticos aprovecharon las piedras de estas edificaciones anteriores como material de construcción para las suyas propias", incide.

La excavación tenía que durar tres semanas, pero finalmente se extenderá a cinco. El ayuntamiento de Manacor subvenciona como cada año al equipo con 12.000 euros. Finiquitada la campaña, la analítica e investigación de los materiales, así como la señalización para público infantil, podrán realizarse en los meses siguientes si el Consell de Mallorca les concede la subvención para proyectos arqueológicos que solicitaron el pasado mes de julio.